La verdad sobre la "última fiesta" de Íñigo Onieva tras romper con Tamara Falcó
El entorno del empresario aclara qué hay de cierto sobre las informaciones que apuntan a que salió con amigos para celebrar su soltería
El comunicado de Íñigo Onieva tras el vídeo en el que aparecía besándose con una mujer

Todos hablan de él. Desde que Iñigo Onieva reconoció en un comunicado haber tenido una actitud reprobable al besar tímidamente a una mujer en el festival Burning Man, las informaciones sobre el joven empresario no han dejado de florecer. Datos, en la mayoría de los casos inexactos, que buscan menoscabar su honor y desacreditarle ante una opinión pública que recibe impactos negativos y continuados de alguien que ya ha pedido disculpas por unos hechos que quiere olvidar.
La última noticia publicada en el papel cuché narra la fiesta a la que acudió para celebrar su soltería en un conocido local nocturno. Cuentan que Íñigo estuvo acompañado por algunos de sus amigos y que se bebió la noche a grandes sorbos. La divulgación de esta información no ha pillado por sorpresa a Onieva. El martes recibió el chivatazo de que, otra vez, iban a reforzar la idea de que es un hombre despiadado, inmisericorde, que no siente ni padece, y que está enjaulado en unos hábitos de los que no puede salir.
Está teletrabajando y no va a iniciar acciones legales
Niegan con absoluta contundencia que Íñigo se haya ido de fiesta ni que tenga intención, por el momento, de participar en ninguna. No es cierto, sostienen, que vaya a ir al cierre de las discotecas de Ibiza ni que vaya a volver de forma inmediata a sus trabajos físicos. Teletrabaja, organiza y gestiona como puede para cumplir con sus compromisos pero es consciente de que su presencia sería contraproducente. Hay excesiva excitación en torno a él. Por eso está refugiado en el mismo lugar al que acudió cuando se desató la tormenta y que no es ninguno de los referidos en los medios. Ha pasado de estar en México a Sotogrande, y de La Moraleja a La Finca. Quienes están cerca de él se hacen cruces ante las especulaciones aunque entienden el interés y saben que toca esperar. A pesar de los ataques, señalamientos y las referencias que han causado un daño irreparable en su imagen, tampoco se ajusta a la verdad que Íñigo esté pensando en iniciar acciones legales.
También él está atravesando su particular travesía del desierto. No es el final que hubiese deseado porque, aunque para muchos pueda ser incompatible con un desliz, Tamara era su gran amor. Su afectación es indiscutible y no solo porque haya errado en su comportamiento, sino por lo que ha supuesto para su familia. Ver a su madre expuesta y tener que lidiar con, dicen, falsedades sobre su vida profesional y personal no es nada fácil de sobrellevar. Carolina es CEO de una empresa de renombre y lucha para que todo vuelva a su cauce.
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