El ocaso de Rita Irasema, gravemente enferma
La hija de Miliki y hermana de Emilio Aragón ha querido compartir con los seguidores del programa 'Refugio Zavala TV' los problemas de salud que sufre
Así ha sido la vida de Emilio Aragón alejado de la televisión 14 años
La vida de Roser Tapias, María Duque en 'Sueños de libertad': un exnovio actor y el acoso que sufrió por parte de una fan

Durante años, el rostro de Rita Irasema (69 años), era un habitual de los programas de televisión. La hija de Miliki, y hermana de Emilio Aragón, pertenece a una de las sagas de artistas más conocidas de nuestro país. 'Los payasos de la tele' formaron parte esencial de la infancia de muchos niños españoles. Tres hermanos, Gabi, Fofó y Miliki, que venían de una larga experiencia en el circo, saltaron a la fama por su programa en Televisión Española.
Con el tiempo, Rita formó junto a su padre un duo entrañable. Juntos trataron de recuperar la figura de los payasos en la tele, colabroraron en bastantes proyectos, incluso grabaron varios discos juntos enfocados, sobre todo, al público infantil. La música siempre ha formado parte de la vida de Irasema hasta el punto de reconocer que cuando era pequeña, y sus padres eran bastante humildes, «en mi casa no había coche, pero mi padre hizo lo imposible para conseguir un piano, él le daba mucha importancia a la música». Finalmente, Rita Iraseman, estudió la carrera de Música en el Real Conservatorio de Música de Madrid, convirtiéndose así en una gran compositora. Tal fue el éxito que alcanzó, que muchas jóvenes empezaron a imitar el corte de pelo de la artista.
Tras caer en una depresión, abandonó los platós y se refugió en la fe y en la iglesia. Entró en una escuela de música llamada Nuestra Señora de la Fuente del Fresno, allí, según sus palabras, se encontró con Dios y con la Virgen. Desde los 7 años, había sido una persona muy religiosa, pero tras una gran crisis existencial se refugió en la religión y abandonó la vida pública. Comenzó incluso a visitar puntos de peregrinaje cristianos repartidos por Europa para indagar en su situación. Fue una experiencia que la propia expresentadora explicó con pelos y señales a la revista Misión.
«Sentía un vacío espiritual. A mí me iba muy bien en la vida. Pero desde que tenía unos 15 años siempre fui muy infeliz por un vacío muy grande. Hasta que no pude más y la Virgen me respondió. Poco a poco, el Señor me fue dando algunos detalles y signos, personas que me hablaban de la alegría de ser cristianos. Más tarde, en 2004, fui a Medjugorje y allí te das cuenta. Recibes la sabiduría necesaria para tomar conciencia de que hay algo muy grande», contó.

Desde pequeña, Rita Irasema tuvo el sueño de ser monja, pero la circunstancias de la vida truncaron su deseo. Sus padres, conocedores de dicha vocación fueron los primeros en regalarle una Biblia, que a día de hoy sigue conservando. La hermana de Emilio Aragón se casó con el empresario circense Manuel Feijóo y junto a él tuvo tres hijos, que también han querido seguir con la estela artística de sus padres. Así, el mayor, Manuel, es actor, presentador y conferenciante, mientras que Néstor se dedica al mundo de la música y Emilio es cómico.
Tras tiempo sin saber de ella, la hija de Miliki, reaparecía en el canal de Youtube, 'Refugio Zavala TV', del periodista y escritor José María Zavala, donde ha hablado de la grave enfermedad que padece. «Estoy enfermita. Tengo la cara hinchada porque tomo ahora unos yogures por una cuestión de dieta que tengo que llevar. Esto significa que he pasado por mucho, sobre todo por un trasplante autólogo de médula ósea y más cosas. Ahora estoy en un período de remisión, aunque tengo otra cosa también seria», explicaba.
«Estoy muy tranquila, porque, además, mi familia y mi hermano me ayudan mucho... y mis hijos, ni te cuento… En fin, no nos pongamos así... Llorones», contaba, intentando contener las lágrimas. «Todos los días le pido al Padre Pío que interceda por mí».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete