El multitudinario 'sí, quiero' de Hugh Grosvenor, duque de Westminster, y Olivia Henson

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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07/06/2024
Actualizado a las 18:10h.

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Este viernes la ciudad inglesa de Chester se ha vestido de gala para celebrar la boda más esperada del año, la que une en matrimonio al Duque de Westminster, Hugh Grosvenor, y su novia, Olivia Henson. La Catedral de la localidad ha sido el escenario perfecto para un evento cargado de glamour, al que han asistido numerosas personalidades de la alta sociedad británica. Sin embargo, la atención no solo se ha centrado en los novios, sino también en el Príncipe Guillermo, padrino de boda, cuya presencia ha contrastado con la ausencia de su hermano el Príncipe Harry.

Aunque en principio la prensa local informó de que el hijo menor del Rey Carlos III no fue invitado, expertos reales confirmaron posteriormente que fue un acuerdo entre el novio y él ya que Harry prefirió no asistir para evitar robar protagonismo debido a la difícil relación que mantiene con su hermano. A pesar de la tensión familiar, Harry y Hugh alcanzaron un entendimiento civilizado. Según el experto real Tom Quinn, «Harry odia la idea de perder completamente el contacto con sus antiguos amigos de Eton y del ejército, y era cercano a Hugh Grosvenor, pero asistir a una boda en la que su hermano será padrino es repetir la historia de la manera más dolorosa».

Grosvenor, de 33 años, no es sólo un aristócrata más, sino un multimillonario con una estrecha relación con la Familia Real Británica. Esta conexión se destacó cuando fue elegido padrino del Príncipe Jorge, hijo mayor de Guillermo y Catalina de Gales, y de Archie, hijo de Harry y Meghan Markle. Pero su relación con los Windsor va más allá, ya que el Rey Carlos III es también uno de sus padrinos. Desde que heredó su título en 2016, tras la muerte de su padre, Hugh se ha convertido en uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña.

La novia, Olivia Henson, de 31 años, trabaja en Belazu, una destacada empresa de alimentos en Londres. La pareja se conoció en 2021 a través de amigos en común y se comprometieron en abril de 2023. A la ceremonia de este viernes en la majestuosa Catedral de Chester le ha seguido una recepción privada para 400 invitados en la impresionante finca Eaton Hall, a pocos kilómetros de la catedral, donde los recién casados planean residir.

El Príncipe Guillermo ha asistido a la boda de su amigo cercano, lamentablemente, sin su esposa, la Princesa de Gales, que se encuentra en tratamiento contra el cáncer que padece. Según informó el 'Sunday Times', el Rey Carlos III también se ausentó debido a su recuperación médica y a que el jueves tuvo un día agitado ya que asistió a la conmemoración del Día D en Francia.

En un emotivo comunicado emitido horas antes del enlace, los novios han expresado su gratitud: «Este es un día increíblemente especial para el Duque y la señorita Henson, y están muy emocionados por la ceremonia. Es muy significativo para ellos casarse en la Catedral de Chester, especialmente dada la larga y estrecha relación personal de la familia Grosvenor con la catedral y la ciudad de Chester».

El espíritu festivo no sólo se ha quedado dentro de la catedral. Los habitantes de Chester han sido sorprendidos con helados gratis, cortesía de la pareja, en tres negocios independientes de la ciudad, que tiene algunas calles cortadas desde el miércoles con motivo de la ceremonia. Craig Fermor, dueño de Diddy Donuts, uno de los locales, declaró al 'Cheshire Live' que «muchos de nuestros clientes han estado hablando de esto y hay un verdadero entusiasmo en la ciudad. Chester es un lugar fantástico para tener un negocio y espero que la atmósfera en el centro de la ciudad el día de la boda sea realmente especial».

El detalle en los arreglos florales no ha pasado desapercibido tampoco. La pareja ha optado por flores de temporada cortadas en los jardines de Eaton Estate. Después de la boda, estas flores serán reutilizadas para crear ramos destinados a organizaciones benéficas locales y otros grupos comunitarios. El portavoz de la pareja ha destacado que «se ha puesto un énfasis particular en involucrar a proveedores locales y regionales», lo que refleja el deseo de los novios de personalizar cada aspecto de la ceremonia con toques locales.

Con una ceremonia que ha incluido a los coros de la Catedral de Chester y músicos de la región del noroeste de Inglaterra, la unión matrimonial ha sido un verdadero espectáculo de elegancia británica. El novio ha llegado en un Land Rover, poco antes de las 11.30 de la mañana. Por su parte, Olivia lo ha hecho justo antes del mediodía en un Bentley Vintage de 1930, una joya prestada por la Colección Heritage de Bentley Motors en Crewe.

Ha lucido un vestido y un velo diseñados por Emma Victoria Payne, que presentaba un diseño bordado que incorporaba motivos florales y bordes del velo de su tatarabuela de alrededor de 1880. El velo se ha agitado con el viento a su llegada, provocando suspiros y aplausos entre la multitud, mientras ella entraba a la catedral. También llevaba la tiara Fabergé Myrtle Leaf, que ha estado en la familia desde 1906. Afuera, se ha vivido un ambiente de boda Real mientras la multitud se reunía a lo largo de las calles cercanas, muchos ondeando banderas del Reino Unido.