Muere el padre de Ana Obregón a los 96 años
La actriz española ha comunicado la triste noticia a través de un escrito en sus redes sociales

Duro varapalo para Ana Obregón. Tras el fallecimiento de su hijo y el de su madre, con apenas un año de diferencia, la actriz española ha tenido que hacer frente a otra pérdida importante. La bióloga ha comunicado, a través de sus redes sociales, la muerte de su padre a los 96 años de edad. La funesta noticia llega después de que, en últimos días, saltasen todas las alarmas sobre el estado de salud de su progenitor, motivo por el que la presentadora canceló algunos de sus compromisos laborales.
A pesar de su avanzada edad, el fallecimiento de Antonio García ha dejado desolada a Obregón, que aún se encuentra superando las muertes de su madre y de Álex Lequio. «Anoche nos dejaste. Fue como un rugido que surcó el cielo para reencontrarte con mamá, el amor de tu vida y con mi hijo, tu nieto preferido», comienza en la carta que le ha dedicado y que acompaña con varias instantáneas donde aparecen juntos.
En las líneas que le ha escrito, la actriz ha querido destacar su labor profesional: «Has vivido 96 años; difíciles en tu infancia cuando tuviste que empezar a trabajar durante la guerra cuando apenas eras un niño de 12 años limpiando pocilgas, pero con tu pasión y tu trabajo incansable durante 70 años conseguiste crear una gran empresa. Por eso recibiste una merecida 'Medalla al mérito del trabajo'».
El amor de Ana Obregón hacía su padre era sabido por todos. La presentadora siempre hablaba de él con una sonrisa en el rostro que emanaba cariño, ternura y complicidad. Y durante todos estos años, han vivido un sinfín de instantes juntos que siempre quedarán grabados en su retina. «He coleccionado millones de momentos únicos contigo que guardo tatuados en mi corazón y que ahora utilizaré para poder seguir respirando porque en dos años me habéis dejado huérfana de padres y de hijo», confiesa.
Rota de dolor, Ana Obregón declara que «ahora las tres personas que más quiero en mi vida no estáis aquí conmigo y te juro, papá, que no sé cómo lo voy a hacer». «Es un privilegio y un gran honor ser tu hija. Gracias por tanto. Te quiero infinito. Por favor cuida mucho de mi hijo hasta que llegue. Eternamente juntos», concluye en esta emotiva carta de despedida.
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