Marta Riesco se enfrenta a la traición de su mejor amiga
La periodista ha visto cómo sus intimidades ha sido expuestas por la que consideraba uno de los pilares más importantes de su vida
Marta Riesco lanza una petición desesperada a Antonio David Flores

Marta Riesco (36 años) no atraviesa su mejor momento. La que fuera reportera de 'El programa de Ana Rosa' y 'Fiesta' está pasando por una etapa complicada en su vida, en la que no la acompaña ni lo personal ni lo profesional, después de que la cadena de Mediaset la despidiese de manera fulminante y su relación con Antonio David Flores (47) finalizase de la peor de las maneras. Pues bien, a todas estas desgracias se le suma una nueva: la traición de una de sus amigas íntimas.
Así lo ha contado la propia periodista en su perfil de Instagram, que se caracteriza por no tener pelos en la lengua y contar todo lo que le pasa en su vida sin ningún tipo de filtro.
«He perdido mi trabajo, mi pareja y la persona que se presentó en mi casa y en la que me apoyé los últimos meses. De la misma manera estuve en sus horribles semanas apoyándola y abriéndole las puertas de mi hogar. Ahora está intentando venderme tanto ella como su madre. Pero, ¿sabéis que? Que sigo adelante, sigo luchando y no voy a dejar que nadie me quite las ganas de vivir y las ganas de recuperar aquello que he perdido. Por supuesto sigo creyendo en el amor y la amistad», escribió a través de su perfil de Instagram.

Se trata de la que hasta ahora consideraba uno de los pilares más importantes de su vida: Nuria, creadora de Modaresiliencia. Hace tan solo unos días, la influencer hizo pública la ruptura de su amistad con Marta Riesco. «Solo tengo tiempo para trabajar y no voy a permitir que nadie juegue con eso. La decisión de a quién visto es exclusivamente mía», escribió la diseñadora después de que saliese a la luz que Rocío Flores, la hija de su expareja, vestía también de esta marca.
Ante esto, la periodista utilizó sus redes sociales para contar a sus seguidores que se había quedado sin lágrimas después de que en los últimos meses haya sufrido una infinidad de decepciones por parte de muchas personas de su entorno. «Parece que todas las malas personas se acercan a mí para herirme justo cuando intento desplegar mis alas. Alas que intentan romperme cada vez que me ven volar», dijo asegurando que le daba la sensación que de que no paraban de intentarle romper las alas «cada vez que me ven volar»: «Las amenazas de las examistades hace tiempo que dejaron de darme miedo. Lo único que me da miedo es dejar de ser como soy por gente como esta».
Aunque confesó que aún le cuesta creerse que su mejor amiga esté contando sus intimidades: «Me ha preocupado mucho y así se lo hemos hecho saber».
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