Marius Borg contra las cuerdas tras su detención: salen a la luz sus amenazas de muerte y su peligrosa amistad

La Casa Real noruega no tiene un protocolo de actuación claro para alguien que no es exactamente un miembro oficial de la realeza, puesto que Marius Borg entró a formar parte de la Familia Real cuando su madre se casó en el año 2001 con el heredero al trono. Pero la Princesa Mette-Marit de Noruega no puede seguir afrontando con naturalidad y silencio las informaciones que protagoniza con frecuencia su hijo y que ponen en jaque a la Corona. Así lo hizo cuando fue detenido a principios de agosto por agredir física y verbalmente a una joven, cuya identidad no trascendió aunque se conoce que estaban vinculados sentimentalmente, en un apartamento de Oslo.

Ante el torrente de titulares que publicaban la noticia de su arresto y la ausencia de declaraciones por parte de la Casa Real, Borg se vio en la obligación de emitir un comunicado con su abogado como portavoz en el que admitía la responsabilidad de sus actos y reconocía estar bajo los efectos del alcohol y las drogas en el momento de la agresión, por lo que retomaría el tratamiento de desintoxicación. Con la imagen de la Casa Real manchándose poco a poco, las polémicas no han dejado de acompañar al joven en su vida.

En libertad y bajo fianza tras su detención, el joven se enfrentaba además a las acusaciones de otras exparejas que reconocían ser víctimas de violencia de género por parte del hijo de Mette-Marit. La última de ellas, por cuyo caso en el piso de Oslo sigue investigado Borg, terminó interponiendo una orden de alejamiento contra él para garantizar su seguridad después del altercado. Sin embargo, el incumplimiento de esta medida dio lugar el pasado fin de semana a un nuevo arresto acerca del cual, además de la posesión de armas ilegales y drogas, se ha dado a conocer que Marius también está involucrado en una acusación de amenazas de muerte.

El sábado, el medio noruego 'Se og Hør' revelaba que el viernes por la tarde diez policías irrumpieron en una cabaña ubicada en Skeikampen, donde se alojaban Marius Borg y un amigo con la intención de realizar una escapada para cazar. Según las informaciones, la víctima de Borg no quiso denunciar en un principio que el joven se había saltado la orden de alejamiento contra él llamándola por teléfono a través de un número oculto, pero cuando el hecho estuvo en conocimiento de la policía, los agentes se presentaron en la cabaña para detener al joven y registrar la vivienda.

Marius no se resistió y se declaró inocente y, tras mantener con la policía una conversación para advertirle de las consecuencias si volvía a infringir la medida, fue puesto en libertad. A la acusación de cuatro víctimas de violencia por parte de Borg, se sumaba así el incumplimiento de la orden de alejamiento y el comportamiento imprudente, además de otros casos de agresiones anteriores. Sin embargo, 'TV 2' compartía que en la escena del registro a la cabaña los agentes localizaron drogas y un arma ilegal que el abogado del hijo de Mette-Marit aseguró no pertener a su cliente, por lo que podrían ser de su acompañante, cuya identidad ha desvelado el medio 'Dagbladet'.

Si hace unas semanas se revelaba que las autoridades policiales cometieron un acto a favor de Marius durante la investigación al acudir a su residencia para advertirle extraoficialmente de que iba a verse involucrado en un caso de tráfico de drogas con su grupo de amigos como sospechosos, no ha habido advertencia que valga para parar su relación de amistad con ellos, que es considerada por expertos como un riesgo para la Casa Real.

En la cabaña, Marius se encontraba con un hombre de 38 años, con quien ha ido en numerosas ocasiones de vacaciones y de fiesta, declarado culpable de posesión de drogas y blanqueo de dinero tras una incautación en su domicilio en 2019 de grandes cantidades de cocaína y esteroides anabólicos. Los agentes allanaron en su vivienda siguiendo la pista de una red internacional de blanqueo de dinero.

'Dagbladet' también ha compartido una nueva novedad, el contenido de la llamada telefónica con la que el joven se saltó la orden de alejamiento. En la misma, Marius obliga a la chica a la que llama a que fuese a recoger sus cosas de inmediato antes de que procediese a quemarlas, ella reconoce haber sido golpeada y estrangulada por él en numerosas ocasiones, y él le confiesa sus ganas de matar a un conocido al que tiene «aterrorizado», una declaración por la que también ha sido acusado de amenazas de muerte.

Un periodista noruego ha estallado ante la situación y el silencio de la Familia Real frente a las novedades de Marius Borg y ha escrito un artículo llamado «¡Ahora el Rey Harald debe actuar!». Cansado de que la Casa real no considere a Borg como un miembro oficial, cuando sus actos repercuten directamente en la reputación de la Corona, ha exigido que la Princesa Mette-Marit dé explicaciones de inmediato obligada por el Rey, pues el nuevo suceso sería «devastador para la Casa Real noruega y la monarquía».