La desgarradora carta de Carmen Borrego con la que se despide de María Teresa Campos

La luz de María Teresa Campos se apagó este martes tras ingresar, el pasado domingo, en la Fundación Jiménez Díaz por un cuadro de insuficiencia respiratoria agudo. Así mismo, unas horas después del fallecimiento, se instaló la capilla ardiente en el tanatorio de La Paz, hasta donde se desplazaron personalidades de distintos ámbitos como Pedro Sánchez, Ana Rosa Quintana o Raphael, entre otros. Y un día más tarde se produjo la incineración, en la más estricta intimidad. Las cenizas serán trasladadas a Málaga para depositarlas en el mismo columbario en el que descansa su madre, Concepción Luque.

Desde que trascendió su fallecimiento, las redes sociales se inundaron de menajes de cariño en los que recordaban el gran papel que tuvo la presentadora malagueña en el mundo de la comunicación. Y uno de los escritos más conmovedores fue el de su nieta, Alejandra Rubio, quién escribió, en este periódico, una carta rememorando algunos momentos que vivió junto a María Teresa Campos. «Gracias por estar siempre, por estar a mi lado mientras me veías crecer y gracias por enseñarme gran parte de lo que sé de la vida. Nunca he tenido una abuela al uso, he tenido una abuela moderna, luchadora y adelantada a sus tiempos en todos los sentidos y eso me ha hecho sentir la mujer más orgullosa», reza parte de la carta.

Ahora, dos días después, ha sido su hija Carmen Borrego la que ha querido dedicar, a través de las redes sociales, unas palabras a su progenitora. «A la mejor madre, abuela, amiga, compañera y mujer. Ha sido siempre un ejemplo como persona y profesional, pero como madre ha sido inigualable. Nos quedamos muy solos porque siempre ha estado a nuestro lado. Buen viaje mamá. Te quiero tanto… DEP», ha escrito acompañando a una imagen en la que aparece la presentadora.

Ante su inminente regreso a la pequeña pantalla y tras varios meses desaparecido de las redes sociales, Jorge Javier Vázquez irrumpió, tras hacerse pública la muerte de Campos, para dedicarle unas palabras. «Querida Teresa. Cuando era un adolescente te veía desde el comedor de mi piso de San Roque y fuiste compañía y apoyo en esos años complicados en los que un adolescente se está descubriendo. Mujer comprometida y profesional indiscutible», comenzó antes de deslizar que «nuestras peleas han sido tan épicas como nuestras reconciliaciones. Desde hace años formas parte de la Historia de la Televisión de nuestro país con mayúsculas pero, por encima todo, y más importante, eres parte de nuestra memoria. Descansa. Te quiero».