El amor siempre vence: el torero Juan Ortega y su novia se reconcilian tras plantarla en el altar

Ya lo auguró Pilar Vidal hace una semana en 'Socialité' al asegurar que el torero Juan Ortega y su novia, Carmen Otte, se darían una segunda oportunidad: «No daría por finalizada esa relación que es de diez años. Carmen está muy enamorada de él y él está muy enamorado de Carmen. Creo que se van a dar una segunda oportunidad. Igual no inmediata, pero sí que se la van a dar», opinó para el programa presentado por María Patiño.

Y así ha sido. Esta madrugada 'Vanitatis', que durante estos días ha estado en contacto con fuentes cercanas a la pareja, ha confirmado que le han dado una segunda oportunidad a su amor. «La pareja se ha reconciliado», han asegurado a dicho medio una fuente perteneciente al entorno de la novia. «Después de mantener varias conversaciones duras y de carácter incómodo, el torero y la cardióloga habrían decidido darse una segunda oportunidad y retomar su relación, a pesar de la cancelación 'in extremis' por parte del diestro de su boda el pasado 2 de diciembre», confirman.

Aunque han querido dejar claro que, a pesar de su repentina reconciliación, ninguno de los dos se plantea retomar los planes de boda en un futuro cercano. Lo único que desean es dejar de protagonizar los titulares de la prensa del corazón y continuar con sus vidas de la forma más discreta posible. «No son famosos, ni quieren serlo», advirtieron algunos de sus amigos al citado digital.

A pesar de que la boda no llegó a celebrarse, se pudo descubrir incluso cómo era el vestido de la novia. Un diseño realizado por Carmen Maza, cuyo taller se encuentra en la calle del Conde de Osborne, del conocido barrio sevillano de Santa Clara. Una pieza exclusiva realizada a medida que habría costado en torno a los 5.000 euros. Sobre su diseño, se pudo saber que se trataba de una prenda clásica con toques bohemios.

La boda frustrada del torero Juan Ortega y su novia de toda la vida, que adelantó ABC Sevilla, no fue demasiado sorpresa para algunos de los invitados que se dieron cita en la jerezana iglesia de Santiago para el enlace. Al parecer, el diestro ya les habría confesado sus dudas algunos días antes. Y no sólo lo hizo entre su círculo más cercano, también a amistades de la que hasta el sábado era su pareja e incluso a su familia.

El diestro es profundamente religioso, de ahí que prefiriese suspender la boda a pocos minutos de celebrarse a sellar la unión en el altar sin estar seguro. Esas fuertes convicciones las defendieron los días posteriores algunos conocidos como el propio Juan del Val, con el que había entablado amistad recientemente y que era uno de los invitados al enlace. El escritor aclaró ante los medios que «aquí en esta historia pueden hablar dos personas que son él y ella. Cuando hablen sabremos cosas. Mientras tanto, todos los demás podemos estar con ellos, porque los queremos, porque son amigos y simplemente valorar lo que yo destaco de él, que es una enorme integridad».

«No lo he hecho bien, pero esto no iba bien desde hace tiempo... Ni voy a dar un comunicado ni voy a dar explicaciones. No haré nada, esto ya pasará, mañana habrá otra noticia nueva y se olvidarán», reconoció el propio diestro a 'Vanitatis' el pasado fin de semana.