El actor Gérard Depardieu durante el juicio: «Una agresión sexual es más grave que una mano en el culo»
El intérprete reconoce que es «vulgar, grosero y malhablado», pero que no sobrepasa ninguna línea en sus rodajes
Gérard Depardieu pide la anulación íntegra de su juicio por violaciones y violencias sexuales
La leyenda del cine francés Gérard Depardieu ha defendido de nuevo este miércoles su inocencia durante el juicio en París por dos presuntas agresiones sexuales durante un rodaje en 2021, cuando el tribunal correccional abordó la segunda denuncia.
«Quizás la rocé con la espalda en el pasillo, pero ¡no la toqué!», afirmó el acusado de 76 años, vestido de negro, que negó de nuevo cualquier agresión sexual durante el rodaje de la película «Les Volets verts» de Jean Becker.
Sarah (pseudónimo), una ayudante de dirección en el film, denunció que el intérprete puso «su mano en [su] culo», entre otras agresiones, una versión que mantuvo este miércoles en la tercera jornada del juicio. «No cometí una agresión sexual, una agresión es más grave que eso, creo yo», aseguró el actor, que la víspera ya se defendió de las acusaciones de la primera denunciante Amélie, una decoradora de 54 años. «¿Más grave que qué?», le preguntó la abogada de Sarah, Claude Vincent.
«Más grave que una mano en el culo. Bueno, no le toqué el culo», respondió Depardieu. Como defensa, el galardonado intérprete de películas como Cyrano de Bergerac aseguró que nunca está solo en un rodaje, ya que lo acompaña su equipo: vestuarista, maquilladora y guardaespaldas.
La denunciante, de 34 años, no lo recuerda así. Según su relato, el 1º de septiembre de 2021, cuando acompaña al actor desde el camerino hasta el plató, «su equipo no está». «Salimos de los camerinos, estaba oscuro, y, al final de la calle, me puso la mano en la nalga, tranquilamente», describió Sarah de pie ante los jueces.
La mujer explicó que, a continuación, el actor la agredió en dos ocasiones tocándole el trasero y los pechos. Las dos últimas veces, «¡dije no!», exclamó. En un primer momento, la ayudante de dirección no dijo nada sobre lo sucedido, antes de confiarse a su responsable. Esta última contactó la producción del film para reclamar disculpas al actor.
Se disculpó «bastante enfadado», recordó Sarah. Pero luego le hizo vivir un infierno llamándola «chivata» y «loca», y negándose a trabajar con ella, agregó. «¡No quería que las jóvenes se acercaran al camerino porque soy un grosero!», se justificó el actor. «Dije: dejémonos de gente que se escandalizada por nada. Prefiero que sea un hombre», agregó. «Soy vulgar, soy grosero, soy malhablado», pero «yo no toco», agregó el acusado
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