«La enfermedad incurable de nuestra hija nos ha unido más como pareja»
La pequeña Mónica acude un par de días a la semana a la Unidad de Centro de Día de Cuidados Paliativos Pediátricos de la Fundación Laguna Vianorte

El agradecimiento que muestran los padres de la pequeña Mónica, con una enfermedad degenerativa incurable , al Centro de Día de Cuidados Paliativos Pediátricos de la Fundación Laguna Vianorte es infinito y sincero. Su hija ha accedido a una plaza en la unidad que el ... centro tiene en el tercer piso del edificio, donde las doctoras, enfermeras y todo el equipo asistencial la cuidan durante varias horas un par de días a la semana con esmero. «Esta ayuda nos ha permitido estar a mi mujer y a mi un ratito juntos, como pareja por primera vez en muchísimos años», reconoce Severiano, el padre. «A veces aprovechamos para ir hacer a la compra, otras para sentarnos en una terraza sin más», añade la madre.
«Somos unos privilegiados, debería haber más sitios que ofrecieran respiros familiares como este» , advierte Severiano, quien asegura que en su caso, y pese a todo lo que ha conllevado la enfermedad de su hija, este hecho nos ha unido más como pareja. De hecho en un principio esta familia, como tantas otras con niños con enfermedades avanzadas, no quería separase bajo ningún concepto de su hija. «Son unos padres súper implicados en los cuidados que requiere, en las curas, en la rehabilitación, en la alimentación... Saben hacer de todo. Nosotros les damos apoyo, herramientas... Pero es verdad y eso hay que resaltarlo que al final los padres de este tipo de niños son los que mejor conocen a sus hijos, con enfermedades muy complejas, donde sus circunstancias casi nos obligan a adivinar su estado anímico. Con Mónica sin embargo es más fácil, porque sonríe y llora», explica Pilar Campos Monfort, directora de enfermería Fundación Vianorte-Laguna.
Pero el trato que recibe la niña, asegura con emoción este hombre, «es estupento». «Aquí sentimos el cariño con el que todos los profesionales tratan a nuestra hija -corrobora la madre-, y de hecho sentimos que está mas tranquila por las tardes, tras recibir aquí sus terapias». «Los papás que dejan a sus hijos en a esta unidad son súper agradecidos» , reconoce Campos Monfort. «Saben que los dejan en buenas manos y que este respiro es muy necesario para estas familias», añade Inma, la fisioterapeuta.
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