PADRES E HIJOS
Desmitificando la maternidad ñoña
Un grupo de amigas se lanzan a contar sus historias sin lazos ni adornos
Livin`La Vida Madre es una libro de testimonios. De historias de madres. Cada una distinta. Sólo tienen en común que han tenido hijos y que son amigas. Cuando se fueron quedando embarazadas no encontraron en las librerías historias que respondieran a sus inquietudes. Todo eran libros de mujeres y vidas perfectas. Y cuando eres madre la realidad es distinta . Ni vives en perfecta armonía, ni puedes dejar de trabajar para hablarle a tu barriga, ni vas a ser una modelo brasileña después del parto. Es una experiencia indescriptible y muy positiva, no cabe duda, pero no es una película de amor. Hay de todo.
Así que Alicia Van Assche, alma de la iniciativa y coordinadora de las historias, pensó que a las futuras madres les podría venir bien leer historias verdaderas para hacerse una idea de cómo viven la maternidad las mujeres reales, imperfectas, trabajadoras, agotadas, luchadoras, inconformistas y locas por lograr una vida en la que todos los miembros de la familia, sea como sea, aprendan a entenderse y disfrutar de la aventura que supone, desde esa rayita de más en el test de embarazo, la llegada de un bebé a casa. Y así surgió Livin´laVidaMadre .
Un camino empinado
Porque la maternidad no es fácil, ni todos los partos son bonitos, ni todos los bebés son dóciles. Suele decirse que parir es la única cita a ciegas de la que saldrás completamente enamorada. Pues hasta esto lo desmitifica Livin´la vida madre. Puede que te cueste hacerte con tu hijo, como le sucedió a Patri, que afirma que «para mí era como si un ser extraño hubiera venido a visitarnos , la miraba y no la conocía». Y lo dice sin tapujos, consciente de que sus momentos malos pasaron y que ahora sí que está enamorada de su hija Lucía.
También hay una historia de adopción. Olga y su marido Lean tuvieron que optar por esta vía para tener hijos. Pasaron un calvario de agencias y trámites . Además, sufrieron el proceso en EE.UU. donde residen, pero al no ser ciudadanos norteamericanos, todo se complicó mucho más de lo previsto. Al final las cosas fluyeron y llegó Emma. El no haberla llevado dentro no ha sido óbice para que sea una hija del amor, tanto, que un año después empezaron de nuevo, y finalmente fue un niño, Marco el que acabó formando parte de la familia.
Está Eva, que unió su vida a un senegalés y tuvo a su hija en casa de la manera más ancestra l. Al final, y casi sin darse cuenta se encontró con una familia numerosa (su pareja aportaba dos hijos) y viviendo en casa de sus padres porque el concepto de familia-tribu es «el que te agarra a la tierra, te dice quien eres y da sentido a tu vida».
En el otro lado de la vida, con un concepto mucho más clásico, se encuentra Natalia. Ella es farmacéutica, tenía su propia farmacia pero después de tener a su primera hija y darse cuenta que, casi sin solución de continuidad, estaba esperando al segundo bebé, puso en venta el negocio y se dedicó a sus hijos y a su propio proyecto de venta de regalos on line. Natalia ha elegido ser madre, dedicarse a su familia y a un diseño de vida más pequeño en el que se siente absolutamente realizada, pero es que no todo es dinero...
Y aunque no se reseñen las experiencias de todas las madres que han participado en el libro, no se puede dejar de nombrar a Alicia, el alma del proyecto y que cuenta la primera su experiencia. Quizá algo que da que pensar es la necesidad que tuvo de estar sola con su marido y su hija después de parir . Un sentimiento del que —afirma convencida— nadie te habla y deberían de explicar en las clases de preparación al parto, no sólo a las madres, sino también a las abuelas y resto de la familia...
Así son estas madres, ocupadas, agotadas y felices. Porque la maternidad en el siglo XXI es todo un reto del que casi siempre se sale vencedor.
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