Sánchez mira a 2027 rodeado de pretorianos y con el PSOE purgado
El presidente aspira a agotar la legislatura y hacer coincidir las generales con autonómicas y locales
Moncloa se llena de figuras de poco perfil público que diseñan una agresiva estrategia comunicativa
La gestión de La Moncloa del SMI irrita a altos cargos del PSOE

Quedan 27 meses para mayo de 2027, una fecha que está clavada con varias chinchetas en el calendario del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Se celebrarán entonces, sí o sí, elecciones municipales en todas las localidades de España, desde Madrid, Barcelona y Valencia hasta el ... más pequeño municipio del país, y no en todas pero sí en muchas de las diecisiete comunidades autónomas. En algunas otras tendrán que ser antes. Por ejemplo en Andalucía, la región más poblada de nuestro país, que como muy tarde deberá celebrar comicios en 2026, exactamente igual que ocurre en Castilla y León. Aunque sus respectivos presidentes, Juan Manuel Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, ambos del Partido Popular (PP), bien podrían jugar la baza del adelanto electoral este mismo año.
Sánchez no deja de mirarles de reojo a ambos, especialmente a Moreno, por cuanto Andalucía suele marcar claras tendencias y anticipa incluso cambios de ciclo electoral. Pero al margen de esa eventualidad, que no depende de él, el jefe del Ejecutivo pretende estirar la legislatura hasta 2027 para afrontar entonces otra revalidación de su cargo en las elecciones generales, el mismo año, y quién sabe si el mismo día, que las autonómicas y municipales. La idea de un 'superdomingo' electoral circula por los mentideros, y Moncloa no le hace ascos.
Para encarar ese objetivo Sánchez ha realizado dos renovaciones profundas del PSOE y de su equipo más próximo en Moncloa, de los que se conoce como 'pretorianos' del presidente, los que más cerca trabajan con él tanto en el Gabinete de la Presidencia y aledaños como en la Secretaría de Estado de Comunicación.
En primer lugar, el PSOE ha experimentado una importante renovación de los liderazgos territoriales en los que casi no ha perdido batalla orgánica alguna, toda una purga de la que han salido defenestrados líderes territoriales como el madrileño Juan Lobato, el andaluz Juan Espadas, ambos senadores, o el castellano y leonés Luis Tudanca. Los dos últimos de una inobjetable hoja de servicios sanchista, especialmente Tudanca, que se encuentra, y contados con los dedos de una mano, entre los dirigentes del partido que respaldaron a Sánchez en 2016, cuando tocó fondo al salir de la secretaría general, a la que volvería un año después.
Ministros candidatos
La apuesta del líder socialista ha sido la de ir colocando a ministros de su Gabinete en varios de los liderazgos territoriales de comunidades cuyo gobierno el PSOE aspira a arrebatar a la derecha. El titular de Transformación Digital, Óscar López, contra Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid; la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, como rival de Jorge Azcón en Aragón; la responsable de la cartera de Ciencia, Diana Morant, que ya desde hace un año ejercer como líder de la oposición en la Comunidad Valenciana frente al Gobierno del popular Carlos Mazón y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, como gran esperanza blanca del socialismo andaluz para recuperar la Junta que gobernó durante cuarenta años ininterrumpidos.
A todos ellos se suma el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que sigue ejerciendo como líder socialista en las Islas Canarias y aspira a regresar dentro de dos años a presidir el Gobierno insular, con el nacionalista Víctor Clavijo ahora al frente. Y sin olvidar a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, que igualmente aspirará a volver a presidir el Gobierno de Baleares, ahora con la popular Marga Prohens al frente, sin haber dejado de liderar a los socialistas de esa comunidad.
Cinco ministros ocupan liderazgos territoriales, incluido el de Andalucía, con la vicepresidenta primera Montero al frente
Ni que decir tiene que con ese repóker de ministros la coordinación de los mensajes, y el triángulo entre Moncloa, Ferraz y la dirección regional de turno se hace más sencilla. Una maquinaría perfectamente engrasada, Aunque esa circunstancia también puede dar lugar a problemas, sin ir más lejos como el protagonizado esta misma semana en la 'crisis del SMI' por la ministra de Hacienda, Montero, cuya decisión de mantener la tributación al IRPF para los perceptores del salario mínimo, que el Gobierno ha subido en cincuenta euros mensuales, se hizo evitando dar la cara por la medida, lo que muchos internamente atribuyen al negativo impacto que pueda tener entre los andaluces, precisamente entre los que hay más perceptores de ese SMI. No todas las decisiones gubernamentales, de aquí a las próximas citas con las urnas, tendrán una buena venta en cada territorio.
Al mismo tiempo, Sánchez ha reforzado, también con una renovación importante, a ese nutrido grupo de 'pretorianos' presidenciales. El ministro Óscar López dejó el pasado año para adquirir esa más alta responsabilidad su puesto como jefe del Gabinete de la Presidencia, al que había llegado en 2021 tras la sorpresiva destitución del ínclito Iván Redondo, un polémico gurú de la comunicación en el que Sánchez se apoyó durante los primeros años de su estancia en La Moncloa. A López le sustituyó alguien de perfil muy diferente a él, y también a Redondo, el académico Diego Rubio. Una figura de abrumador currículum universitario (doctor en historia por Oxford, premio nacional de Excelencia Académica) que ya desde 2020 ejercía como director de la entonces creada Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País a Largo Plazo. Al frente de la misma fue ganándose cada vez más la confianza de Sánchez, singularmente por su asesoramiento en la propuesta de autonomía estratégica para la Unión Europea (UE).
El círculo de confianza del jefe

Dtor. de Gabinete de Moncloa
Diego Rubio
Con gran currículum (doctor en Historia por Oxford y premio nacional de Excelencia Académica), desde 2020 dirigió la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo.

Secr. Estado de Comunicación
Lydia Campo
Directora en su momento del diario 'Levante', se trata de una profesional de la comunicación muy cercana al expresidente socialista de la Generalitat Valenciana Ximo Puig.

Dtor. de Opinión Pública
José Pablo Fernández
Antiguo director de Opinión Pública y Asuntos Públicos de Ipsos, ahora ocupa la Dirección de Opinión Pública de Moncloa. Por su parte Idafe Martín, de la Ser, se ha incorporado al equipo de Rubio.

Dtor. de Comunicación del PSOE
Ion Antolín
Ha sido el secretario de Estado de Comunicación más breve de la historia de la democracia, pero Sánchez sigue contando con él en su antiguo puesto de la dirección de comunicación del PSOE.
El final de 2024 también ha llegado con cambios importantes en la Secretaría de Estado de Comunicación, donde el presidente ha seguido la misma línea que en el Gabinete, la de sustituir a un político al uso por otra persona más acostumbrada a servir en la sombra a gobiernos o partidos políticos. Así, el exdiputado del PSC Francesc Vallès ha sido relevado por la periodista Lydia del Canto, directora en su día del periódico 'Levante' y también persona de confianza en la comunicación del expresidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, tanto en su etapa al frente del Gobierno autonómico como en la previa como líder de los socialistas valencianos.
En los niveles inferiores a estos pesos pesados de la nueva Moncloa se sitúan perfiles captados para ocuparse de la estrategia comunicativa y hacerla más agresiva. Esta última semana Rubio ha incorporado a su equipo al periodista Idafe Martín, que llevaba tiempo, en colaboraciones diversas en 'El País' y en la Cadena SER, dedicado a la crítica y el señalamiento de profesionales de otros medios. El término 'fachoesfera' al que el propio Sánchez dio carta de naturaleza para atacar a los medios críticos fue una idea acuñada por este canario, que ahora trabajará en el Gabinete de la Presidencia. También está en el equipo de Rubio desde hace meses otro 'pretoriano', en este caso del área demoscópica, como José Pablo Ferrandiz, antiguo director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos, que ahora ejerce de director de Opinión Pública en Moncloa. Ferrandiz es alguien con amplio prestigio en su gremio y con probada independencia del Gobierno para el que ahora trabaja. Baste recordar sus abiertas críticas en distintos medios de comunicación al trabajo del presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, el CIS, José Félix Tezanos (militante socialista e incluso miembro de la Ejecutiva del partido) por las tendencias y sesgos de sus barómetros. En este caso, Sánchez ha optado por tener cerca a alguien con una visión quizás más certera de las tendencias de voto.
Los perfiles políticos en la sala de máquinas del Gobierno dejan paso a otros de menor recorrido público pero más estratégico
Y si se habla de 'pretorianos' no puede faltar Ion Antolín, quien tras ser nombrado fugazmente sustituto de Vallés en la Secretaría de Estado de Comunicación, renunció por motivos de salud para regresar a su anterior puesto de jefe de comunicación del PSOE, allí donde como en los últimos años ejercerá un papel esencial en toda la estrategia mediática de los socialistas y en la coordinación de la misma.
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