Hazte premium Hazte premium

El Gobierno vasco impone el euskera y complica la supervivencia de la educación en castellano

Aunque la reforma ha sido respaldada por el Consejo de Gobierno, los socialistas vascos se han desmarcado

El País Vasco aplica la Lomloe y dejará de financiar los centros que segreguen por sexo

El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, y el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, posan con el borrador de la reforma EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En las casi 1.300 páginas del proyecto de ley que se ha remitido al Parlamento vasco no aparece ninguna mención al actual sistema de modelos educativos que rige en el País Vasco. El texto se limita a explicar que se promoverá una educación vasca «plurilingüe, articulada en torno al euskera» y que estará estructurada en «dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera». Sin embargo, no aclara cuál será la política lingüística necesaria para garantizar dicho conocimiento.

Preguntado por esta cuestión, el consejero de educación vasco, Jokin Bildarratz, se ha limitado a explicar que cada centro tendrá «autonomía» para aplicar su propio plan lingüístico, y que éste se elaborará teniendo en cuenta el «ecosistema sociolingüístico» de cada lugar. «No es lo mismo un barrio de Bilbao o un pueblo guipuzcoano», ha insistido.

Hasta ahora, las familias vascas podían elegir si matricular a sus hijos en tres modelos educativos: el A (solo en castellano), el B (con asignaturas tanto en castellano como en euskera) y el D (solo en euskera). Sin embargo, cuando la nueva legislación entre en vigor, será cada centro quien decida en qué lengua se imparte cada materia. La única limitación que impone el texto es que el proyecto deberá garantizar que todos los alumnos alcancen un nivel B2 tanto de euskera como de castellano, y un B1 de una lengua extranjera, al terminar la enseñanza secundaria.

En la práctica, sin embargo, parece complicado conjugar un modelo lingüístico solo en castellano con un nivel intermedio alto de euskera. Bildarratz no ha sido capaz de dar respuesta a esta cuestión, a pesar de la insistencia de los periodistas. Se ha limitado a defender una y otra vez que la eliminación de los modelos lingüísticos. «Las familias seguirán teniendo derecho a elegir modelo», ha destacado. «Hasta ahora la normativa establecía que los alumnos debían tener un conocimiento suficiente de ambas lenguas», ha recordado para defender que la nueva ley lo único que hace es «definir» en qué consiste ese conocimiento suficiente y exigir un «perfil de salida».

Críticas de sus socios de Gobierno

A pesar de que la consejería ha mantenido centenares de reuniones y ha tomado como base el Pacto Educativo que se firmó en el Parlamento vasco con el apoyo de todos los grupos a excepción de la coalición PP+Ciudadanos y de Vox, la críticas al proyecto no se han hecho esperar. La más llamativa llegaba apenas media hora después de terminar la rueda de prensa y de sus propios compañeros de Gobierno. A pesar de que el consejero vasco ha defendido que la reforma educativa era «un proyecto del Gobierno vasco», y que como tal contaba con el apoyo de todos los consejeros, los socialistas en un duro comunicado han advierten de que «no comparten» algunas de las cuestiones lingüísticas que contiene la norma.

«El PSE no comparte que puedan relegarse los modelos lingüísticos actuales, amparados legalmente por un consenso político muy amplio, sin precisar cómo se va a materializar el modelo plurilingüe que pactamos en el acuerdo de bases», advierten en el texto. Critican que el anteproyecto «cambia el sistema de modelos vigente por un modelo único», sin establecer más criterios que los que se deriven «del proyecto lingüístico del centro».

Por todo ello, advierten los socialistas, los elementos referidos a los modelos lingüísticos deberán ser «revisados y corregidos» en la tramitación parlamentaria para que cuenten con su apoyo. Aclaran en el escrito que si sus tres consejeros han votado a favor del proyecto en el Consejo de Gobierno ha sido para no «obstaculizar su tramitación ni la búsqueda de consensos más amplios».

Para la Asociación Hablamos Español el proyecto de ley termina con la «poca libertad» que tenían las familias para decidir en el País Vasco sobre la lengua en que querían educar a sus hijos. «Levantará una barrera entre la Comunidad Autónoma vasca y el resto de España», lamenta Gloria Lago, su presidenta. Comparte con los socialistas vascos que la reforma educativa implica el fin del sistema de líneas diferenciadas y lamenta que sólo se preserva «el modelo íntegramente en euskera».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación