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Huelga en la concertada

Atrapados en un conflicto laboral: «Nuestros hijos han perdido casi un mes de clase»

Los alumnos de la concertada vasca llevan 13 días de huelga desde que comenzó el curso y hay cinco más convocados en febrero

El conflicto laboral se recrudece en la concertada vasca

Las familias han protagonizado varias concentraciones para pedir que lleguen a un acuerdo cedida

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Hoy es jueves pero las hijas de Izaskun Fernández no saben si tienen que ir al colegio o no. En realidad llevan con esa sensación desde que comenzó un curso marcado por el conflicto laboral de los docentes. Son alumnas de un centro educativo concertado del País Vasco y desde el mes de septiembre han sufrido ya 13 días de huelga. Si nadie lo remedia, el mes que viene tendrán otros cinco días sin clases por las movilizaciones.

«Los críos están totalmente desubicados», lamenta Izaskun. Y es que, en los días de huelga los colegios permanecen abiertos pero solo se garantiza la presencia de un profesor por cada cien alumnos en Infantil y Primaria. En el caso de la ESO, Bachillerato o Formación Profesional únicamente se exige que haya un docente independientemente del tamaño del centro educativo. Cifras «irrisorias», para las familias, que en algunos casos están obligando a juntar cursos dispares en la ESO o a enviar a aulas de Infantil a docentes de secundaria. «Un profesor me dijo que no sabía si les dejaban subirse al tobogán o no», explica Izaskun.

«Mi hijo el otro día me dijo que prefería quedarse en casa para por lo menos hacer algo», añade Iraide Aguilar. Alumno de la ESO, acude, en Bilbao, a uno de los centros donde la movilización está teniendo un mayor seguimiento, «en torno al 75%» y los días de huelga los pasan «jugando a las cartas o con el ordenador». Una situación que preocupa a las familias porque si se mantienen las convocatorias de febrero los chavales habrán perdido ya casi un mes de clase este año. «Los alumnos de bachillerato llegarán a la EVAU en inferioridad de condiciones», lamenta, ya que ve muy difícil que se pueda recuperar toda la materia perdida.

Días estratégicos

En total son 130.000 los alumnos afectados por el conflicto laboral y las familias empiezan a estar desesperadas. En muchos casos son, además, cursos donde se han ido solapando las dificultades para recibir docencia. En el año 2019 renovar el convenio de los trabajadores de centros educativos concertados de iniciativa social, donde se agrupan todos los concertados excepto las ikastolas, costó 29 días de huelga. A ello se añadió pocos meses después la pandemia. Iraide denuncia, además, que los días de paros parecen estar dispuestos de manera «estratégica» porque se han intercalado entre las vacaciones de tal manera entre que hacen muy complicado que los alumnos puedan coger la rutina que exige el estudio. «Van dos días, luego tres de huelga, luego vacaciones…», enumera.

«Nosotros no nos queremos posicionar ni a favor de uno, ni a favor de otro», puntualiza Marco García, portavoz del colectivo AMPAs reunidas, donde los padres de la concertada vasca han comenzado a organizarse. Las familias respetan las reivindicaciones del profesorado, que pasan por garantizar el nivel adquisitivo, mantener los puestos de trabajo y actualizar un convenio que lleva años caducado, pero se ven, en cierto modo, atrapados entre la espada y la pared. En total son 9.000 los trabajadores llamados a la huelga. La patronal, Kristau Eskola, cifra el seguimiento el torno al 16%, aunque existen grandes diferencias en función del centro educativo, y los hay donde los alumnos prácticamente no han dado ninguna clase esos días.

Hace cinco años, en 2019, fue necesaria la mediación del Gobierno Vasco para solucionar el conflicto. Por el momento, el consejero de Educación se está limitando a hacer llamamientos al «diálogo» y a calificar de «desproporcionadas» las convocatorias. Pero las familias piden una mayor implicación en un conflicto que se está alargando demasiado. «Debería ejercer como garante de un derecho fundamental, como es la educación», reivindica Marco García, convencido de que «algo más» pueden hacer. Aunque no parece tarea sencilla. Las AMPAs confirman que no les constan nuevas citas de negociación cuando quedan apenas dos semanas para las huelgas de febrero. «Solo pedimos que se siente a negociar, y no salgan hasta que lo solucionen», imploran.

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