La oposición ve los Presupuestos como papel mojado que empuja a la recesión
La ministra Montero compara los respaldos parlamentarios a las cuentas con los Pactos de la Moncloa

El Congreso rechazará mañana, si no hay sorpresas, las enmiendas a la totalidad contra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2023. El Gobierno respiró aliviado la semana pasada cuando ERC, PNV y Bildu decidieron no presentar un veto a las cuentas, lo que sumado a los votos de la derecha habría supuesto un varapalo para Pedro Sánchez. De poco servirán, 'a priori', las duras críticas vertidas ayer por la oposición, que alertó de las previsiones poco realistas.
A la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le tocaba defender las cuentas después de que el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) expusieran en los últimos días su escepticismo no solo en torno a lo afinado del escenario económico que sostiene las cuentas sino también en relación a la fiabilidad de sus grandes cifras.
Montero pasó de puntillas por las críticas de estos organismos. Se ha limitado a defender el escenario económico que sustenta las cuentas y a recalcar que los cambios que pueda experimentar el proyecto presupuestario ya han sido comunicados «con total transparencia» a Bruselas. La ministra de Hacienda ha empleado la mayor parte de los 55 minutos de su intervención inicial en confrontar con el PP, al que ha mencionado no menos de una docena de veces para afear su posición crítica con su política fiscal.
La ministra ha hecho también una encendida defensa de la legitimidad de los apoyos recabados por el Gobierno para sacar adelante las cuentas públicas de una manera singular, evocando nada menos que los históricos Pactos de la Moncloa -de los que se acaban de cumplir 45 años- y citando a Enrique Fuentes Quintana para reivindicar el especial valor de los acuerdos entre formaciones con ideologías diferentes para servir al interés general. Para ella, las críticas a sus socios, que incluyen a Bildu y ERC, suponen «una dinámica muy peligrosa que lo único que busca es deslegitimar al Gobierno de coalición».
Unas cuentas «viciadas»
La portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, ha sido la primera en pedir la devolución de unas cuentas públicas que, según subrayó, nacen «viciadas» porque la revisión de las previsiones a la baja han hecho que ya sean papel mojado. A su juicio, con estos Presupuestos España está abocada a la recesión.
Con el escaño del presidente del Gobierno vacío, ya que se encontraba de viaje en Kenia, Gamarra ha remarcado que los Presupuestos ya han sido enmendados por la realidad y han quedado desfasados antes de nacer. Son unas cuentas, dijo, que están al servicio «del interés particular del Gobierno, o mejor dicho de su presidente, Pedro Sánchez». El PP cree que este proyecto no responde a las necesidades de los hogares de las familias españolas ni alivian la situación de los autónomos. «Solo responden a su necesidad de supervivencia política. Son un salvavidas que pagaremos los españoles de hoy y generaciones futuras».
Gamarra, que ha defendido algunas propuestas fiscales del PP, pero ha pasado de puntillas por encima de una bajada generalizada de impuestos, ha acusado al Gobierno de maltratar a las clases medias y de actuar con «ineficacia» en la gestión de los fondos europeos, imprescindibles, dijo, para la recuperación económica. Montero, le respondió a ella individualmente, como a cada uno de los otros partidos que defendían ayer la devolución de las cuentas: Vox, Ciudadanos (Cs), Junts, CUP, Foro y los dos exdiputados de UPN.
Iván Espinosa de los Monteros (Vox) ha optado por una primera intervención técnica y una segunda en la que ha elevado el tono por los acuerdos políticos del Gobierno con «el brazo político de ETA». Su diagnóstico, compartido con el PP, es el de unos PGE pensados para captar votos en un año electoral, con elecciones autonómicas y municipales en mayo, y generales, si no hay adelanto, a finales del 2023. «Sánchez no tiene reparos en traernos unas cuentas para sí mismo; es 'pedrocentrista'». Inés Arrimadas (Cs), que mañana protagoniza un acto con sus propuestas sobre pensiones, ha enumerado las 'Mentiras Generales del Estado'. La primera: «Es mentira que nuestro sistema de pensiones pueda seguir siendo sostenible si no se reforma».
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