Moncloa esconde a Robles en la crisis para imponer el relato de la seguridad

¿Y quién explica la posición del Gobierno español? De momento, el propio Pedro Sánchez en persona o, en su defecto, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Ningún detalle en boca de la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuyo departamento en teoría debería liderar el aumento del gasto en defensa anunciado por Sánchez con el objetivo de alcanzar el ansiado 2 por ciento del PIB antes de 2029.

El estallido del debate, cuando se celebró el Consejo Europeo extraordinario en Bruselas tras el que el presidente se comprometió con el plan de rearme comunitario, coincidió con un viaje de Margarita Robles a Uruguay con motivo de la escala en el país del buque escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano, en el que viaja la Princesa Leonor.

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Desde entonces, la ministra ha llenado su agenda con visitas a unidades, entregas de premios e incluso un viaje a Estrasburgo, pero en ningún momento ha asumido la tarea de exponer el discurso del Gobierno sobre el devenir de la guerra de Ucrania y su perspectiva militar para Europa. Solo este viernes habló brevemente del asunto tras recibir en el ministerio a su homólogo ucraniano, Rustem Umerov.

En su lugar, quien ha hecho de voz oficial del Ejecutivo ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, tanto en el Palacio de La Moncloa tras la ronda de encuentros de Sánchez con los grupos parlamentarios como en foros públicos o medios de comunicación. Esto se enmarca en una estrategia del Gobierno para envolver el comprometido gasto en defensa en un discurso más amplio de lo que ha rebautizado como «seguridad global».

Moncloa no quiere que el debate se limite a la compra o no de armas –un asunto además peliagudo con sus socios parlamentarios–, sino que pretende disfrazarlo en un contexto mayor. El propio Sánchez defendió esta tesis el jueves desde el palacio presidencial cuando compareció ante los medios de comunicación, donde detalló varios conceptos que incluye en su renovada idea de seguridad: defensa junto a ciberseguridad, lucha contra el terrorismo, protección civil e incluso combate contra el cambio climático.