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La vida en prisión de los Bote Vargas, una «saga respetada» por los demás internos

Tres de los hermanos que inventaron los alunizajes conviven en distintos módulos del penal de Valdemoro, entre enfermos mentales y conflictos

Detenido José Luis Bote Vargas, uno de los padres del alunizaje, tras cinco años fugado

David Bote Vargas y su banda, captados por una cámara de seguridad durante un robo ABDC
Carlos Hidalgo

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Mencionar los apellidos Bote Vargas en el mundillo policial es sinónimo de inventores del alunizaje. Son cinco hermanos mercheros (David, Félix, Óscar, José Luis y Baldomero) que, desde hace al menos 25 años, han hecho y deshecho en los robos con fuerza de Madrid y otras provincias españolas. Naturales del ya extinto poblado de Las Mimbreras (Latina), esta saga competía con la de los Lázaro (del antiguo asentamiento del Romancero Gitano, junto a las torres de Villaverde) en quién era más salvaje y reincidente. Los segundos parece que perdieron la partida, aunque los cinco hermanos también han ido entrando y saliendo de prisión cada cierto tiempo.

El último, José Luis, apresado tras cinco años fugado de la justicia, fue detenido hace unos días por el Grupo II de Fugitivos de la Udyco Central de la Policía Nacional. Se escondía en el piso de un familiar en Leganés, al otro lado de la ciudad, donde tenía también su domicilio oficial. Reconoció que se quedaba más tranquilo al aparecer los agentes, cansado de tanto ocultarse. Apenas ponía un pie fuera del portal para fumarse un cigarrillo.

José Luis ya duerme en el módulo 1 de la cárcel de Valdemoro (Madrid III), una prisión en la que hay bastantes delincuentes del mismo pelaje. De ahí es de donde se fugó Jonathan Moñiz Alcaide, alias 'El Piojo', con su hermano Miguel Ángel, 'El Negro', a primeros de diciembre de 2020. Fue una escapada en toda regla, a la antigua usanza. En febrero de 2021, el Piojo cayó detenido en el barrio de Colonia Jardín (Latina).

En el caso de este Bote Vargas, que cuenta con 70 antecedentes policiales con tan solo 35 años que acaba de cumplir y recién llegado a Valdemoro, se encuentra «en uno de los mejores módulos»; ahí es donde están los internos del programa de salud mental, que cuentan con reos de acompañamiento, presos de confianza y con buena conducta. Fuentes penitenciarias indican que «José Luis participa activamente en todas las actividades del módulo y no da problemas».

Su hermano Óscar está actualmente en el número 3, donde se realizan labores de cocina, en el economato, panadería y de ordenanza. Allí se encuentran los internos con destino en Valdemoro y los incidentes son escasos, pues ellos mismos temen que se les traslade. Además, el trabajo que se realiza allí es remunerado, pero en el caso concreto de este Bote Vargas no tiene puesto en ningún sitio.

Finalmente, tenemos a David, el más peligroso de los tres hermanos que se encuentran ahora en prisión. Pasa los días en una celda del módulo 7, conocido por ser conflictivo y problemático, con multitud de incidentes, reyertas y problemas en el día a día de su relación con los funcionarios. «Es el peor de los Bote Vargas en cuanto a su clasificación interna por parte del equipo técnico», indican a este periódico las mismas fuentes.

Los tres Bote Vargas presos

David

El más peligroso

Tiene 36 años y está considerado el más violento de todos. Con sus cuatro hermanos, suma 300 reseñas policiales. Cumple condena en un módulo de gente conflictiva.

Óscar

El más escurridizo

Pasó huido de la justicia desde el año 2009 hasta 2017, cuando fue apresado. Tiene 37 años. Lleva entrando en prisión desde 2000. Ahora está en el módulo tres.

José Luis

El último en caer

El Grupo II de Fugitivos de la Udyco Central detuvo hace dos semanas a José Luis, que llevaba siendo buscado cinco años por la Justicia. Ya duerme en el módulo uno de Valdemoro.

Esta saga carcelaria se comunica habitualmente por locutorios y hace uso de los vis a vis. «Son respetados por el resto de internos, dado el historial delictivo de la familia... El apellido que tienen dice todo. Gozan de una entidad y un estatus en sus módulos por ser quienes son», sentencian nuestros informantes. Y añaden: «Se relacionan con todos los internos sin distinción. Al fin y al cabo, son supervivientes del medio penitenciario; es su modo de vida, entrar y salir de las cárceles madrileñas».

David Bote Vargas tuvo su primer ingreso en prisión en 1999; José Luis y Óscar se 'estrenaron' al año siguiente, en 2000. El primero de ellos fue arrestado en julio de 2017, por tercera vez en apenas seis meses, tras una treintena de alunizajes. Le cazaron en Barajas, cuando intentaba robar un coche. Dos meses antes, el 27 de abril, el Grupo de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil sabía que había vuelto a las andadas.

Pero, tras esa detención, quedó en libertad. David dejó atrás a su última cuadrilla y juntó a tres nuevos compinches con el único propósito de retomar los palos. En 2021, David volvió a ser apresado y desde entonces está en la cárcel de Valdemoro, el segundo hogar de la familia Bote Vargas.

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