Los grandes cafés literarios del Madrid antiguo

Café Pombo

Fue uno de los más importantes de la capital, sobre todo por la tertulia presidida por Ramón Gómez de la Serna . Situado en la calle de las Carretas, había un tema vetado: la guerra, por lo que atrajo a todos los intelectuales hartos de ese tema.

Se reunían los sábados por la noche, después de la cena, en un sótano en el que a los contertulios les daban hasta las tantas de la madrugada.

Se establecía los sábados por la noche, después de la hora de cenar; en su viejo sótano se reunían incluso hasta las tres de la madrugada; pero había muchas otras.

Café de Fornos

Primero fue llamado Café de Fornos, hasta que una diligencia judicial lo cerró en 1908. Al año siguiente, reabrió como el Gran Café.

Se ubicaba en la esquina de la calle de Alcalá con la de la Virgen de los Peligros, donde hoy hay un Starbuck's.

Fue una de las tertulias más famosas entre finales del siglo XIX y principios del XX y famosa eran también las viandas que en él se despachaban.

Inaugurado el 21 de julio de 1970 por Rafael de Fornos, que era ayuda de cámara del Marqués de Salamanca, la crónica de su apertura lal firmó nada menos que Gustavo Adolfo Bécquer .

Café de Gato Negro

Estaba en la calle del Príncipe, justo al lado del emblemático teatro de la Comedia. Allí el rey de la tertulia, modernista, era el Premio Nobel Jacinto Benavente .

De techo bajo y poca iluminación, destacaban sus divanes y un acceso que permitía, por las noches, comunicar el café con el teatro.

Café Colonial

Rival del Café Pombo en lo que a tertulia de vanguardia se refería, era el Café Colonial, en el número 3 de la calle de Alcalá.

Rafael Cansinos Assens era el más destacado de sus miembros, aunque también acudían distintos artistas, entre pintores, poetas e iconoclastas extranjeros.

Café Marfil

El Café de Marfil estaba situado en la calle de Alcalá con la de Cedaceros y era también frecuentado por Jacinto Benavente .

La Ballena Alegre

En la calle de Sevilla estaba el Café la Ballena Alegre, donde se reunieron entre otros José Antonio Primo de Rivera y su guardia falangista. Realmente, era el sótano del café de Lion.

Era conocido con ese nombre por los murales pintados por de Hipólito Hidalgo de Caviedes con motivos del mencionado cetáceo.

Café de Lyon

En el Café Lyon, en la calle de Alcalá casi al llegar a Cibeles, hoy es un bar irlandés.

Durante la Generación del 27 y edad de plata de la literatura española, pasaron por sus mesas Federico García Lorca , Bergamín, Ignacio Sánchez Mejías, Melchor Fernández Almagro, Francisco Ayala, Valle-Inclán, Rafael de Penagos...

Café del Prado

Con sus espejos y veladores de mármol, pasaron por el Café del Prado Gustavo Adolfo Bécquer, Ramón y Cajal, Menéndez Pelayo, Buñuel, Lorca y Melchor Fernández Almagro .

Café Español

El Café Español era frecuentado por los hermanos Manuel y Antonio Machado.

Cervecería de Correos

En la Cervecería de Correos comenzaron a reunirse los poetas de la Generación del 27 y allí fue donde Lorca se citaba con los escritores y antiguos compañeros de la Residencia de Estudiantes.

Café de Roma

En el café de Roma, Gregorio Marañón y sus pupilos del Ateneo de Madrid preparaban proclamas contra la monarquía.

Café Universal

El Café Universal o Café de los Espejos estaba en la Puerta del Sol, 14, y sobrevivió hasta los años 70 del pasado siglo. Su sobrenombre, claro está, se lo daban los espejos de sus paredes.

Acudieron a él Benito Pérez Galdós, Olga Ramos, y Víctor Pastor, torero de renombre de finales del siglo XIX.

Café de Levante

El Nuevo Café de Levante (popularizado por Lola Flores en su «Zarzamora») fue desde finales del siglo XIX hasta la I Guerra Mundial centro de reunión de las tertulias más importante de Madrid.

Según Valle-Inclán , «el Café de Levante ha ejercido más influencia en la literatura y en el arte contemporáneo que dos o tres universidades y academias».