El mago Yunke: «Me siento como un Leonardo Da Vinci de la magia»
Su espectáculo 'Hangar 52' podrá disfrutarse hasta el 6 de enero en el Recinto Ferial de Ifema

Salvador Vicent Martínez, conocido como el Mago Yunke, tenía siete años cuando se enganchó a la magia en su localidad natal de Villavieja (Castellón), donde vivió una infancia marcada por algunas «desgracias familiares» que convirtieron su nueva pasión en una suerte de tabla salvavidas. ... Ofreció sus primeras actuaciones en el restaurante de sus padres, y por cosas del destino acabó conociendo a un mago veterano que le instruyó en las virtudes de la vieja escuela, con el que compartió «momentos inolvidables» que moldearon a un profesional que a día de hoy posee los premios más importantes del mundo.
Este viernes ha presentado en Ifema 'Hangar 52' (entradas y horarios aquí), un imponente espectáculo que sumergirá al público en un viaje que va desde los secretos nunca desvelados de Leonardo da Vinci, hasta experimentos de teletransportación e ingravidez de la NASA, pasando por puertas interestelares hacia el antiguo Egipto, rituales ancestrales de la Gran Muralla China e incluso aviones desaparecidos en la II Guerra Mundial.
¿Cuál es la filosofía detrás de este show?
Transmitir emociones, asombrar a grandes y pequeños. Es un espectáculo que puede disfrutar toda la familia.
¿De qué forma la ha inspirado da Vinci?
Él fue un mago del Renacimiento. Salvando las distancias, yo me siento como un Leonardo da Vinci de la magia, porque todo lo que se ve en 'Hangar 52' lo pienso yo, lo construyo yo, lo interpreto yo… Es magia de autor. Leonardo fue un hombre capaz de construir máquinas asombrosas y eso es algo que me atrae mucho, y por eso he construido elementos inspirados en sus diseños. También cuento la historia de Jasper Maskelyne, un mago que combatió contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y hacía cosas tan increíbles como hacer desaparecer el puerto de Alejandría.
También hay una parte de la función que alerta de los peligros del cambio climático.
Sí, me gusta que todos intentemos aportar nuestro granito de arena, porque nos vamos a encontrar con problemas muy graves, y no a largo plazo sino a la vuelta de la esquina.
¿Cómo está siendo la evolución de la relación de la magia con la tecnología? ¿Los avatares en holograma y la inteligencia artificial pueden revolucionar mucho la disciplina, o son un peligro para la misma?
La magia tiene una base muy importante que no te puedes saltar, que es el ingenio. La tecnología aplicada a la magia es fantástica, pero siempre que tenga ese punto de verdad, de lo tangible. Para acompañar los espectáculos, es una gran herramienta. En este show hay tecnología de última generación con fuego, luz, proyecciones… un gran despliegue de medios técnicos, pero siempre a favor de la magia.
Y las redes sociales, ¿las usa para difundir su magia?
Hay una maga española, Inma 'Inmagic', que tiene millones de seguidores. Pero yo tengo 48 años y no soy aficionado a ese mundo. Soy más tradicional, porque creo que pagamos un precio muy caro estando todo el día enganchados al teléfono.
¿Hay buen relevo generacional en la magia española? ¿A sus hijos les interesa?
Ellos lo ven como el trabajo de su papá. A mi me hubiese encantado que uno de los dos fuera mago, o los dos (risas). Pero lo importante es que busquen su propia pasión. En cualquier caso, España es una primera potencia mundial en magia, tenemos profesionales extraordinarios, gente muy buena, no tanto en gran formato como el mío, pero sí en magia de cerca, como Jandro, Jorge Blass o el maestro de todos nosotros, Juan Tamariz, con quien suelo pasar una semana al año en su casa de Cádiz para aprender con él.
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