Madrid permitirá la caza regulada del jabalí por sobrepoblación
Para evitar accidentes por atropellos y los daños en agricultura, ganadería y otros entornos naturales

Un jabalí y varios jabatos, en una jaula en la madrileña Casa de Campo
El exceso de población de jabalí estaba dando problemas en la región madrileña. Por eso, el Gobierno regional ha anunciado un plan que tiene como objeto reducir los accidentes por atropello de estos animales cuando se cruzan en las carreteras, además de reducir los daños en agricultura, ganadería y entornos naturales. La fórmula será una combinación de caza controlada, captura en vivo, esterilización de las hembras, capturas y uso de pastores eléctricos.
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, reunió ayer a la Sección de Caza y Pesca Fluvial del Consejo de Medio Ambiente regional, y allí expuso su plan de control poblacional de jabalíes, que incluye la declaración de emergencia cinegética temporal que permitirá la caza de estos animales en diez comarcas forestales y dos términos municipales de Madrid.
Además, está previsto reforzar la señalización y mejorar los cerramientos en los puntos negros del trazado viario, además de instalar dispositivos de alerta y disuasión de animales.
Los datos son abrumadores: entre los años 2012 y 2023, hubo una media de 120,5 accidentes al año con poblaciones de jabalíes en las zonas rurales y urbanas madrileñas: prácticamente, uno cada tres días. Por eso, las medidas que se toman ahora, y se unen a las que ya se venían aplicando, tienen un horizonte temporal que acaba en el año 2030.
La declaración de emergencia cinegética temporal supone la puesta en marcha de medidas extraordinarias con el fin de controlar la población de la especie que se haya descontrolado, en este caso, el jabalí. Se aplicará a comarcas forestales donde se han registrado un riesgo elevado de accidentes de tráfico, con unos siete de media anual, y también a los términos municipales de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias y de Villaviciosa de Odón, con dos incidentes de media al año.
En estos espacios, se va a permitir la captura en vivo en varias modalidades, el empleo de jaula-trampa, rifle anestésico y caza con arco en emplazamientos urbanos o de seguridad.
Además, durante el periodo hábil se podrá recurrir a las modalidades de batida o gancho, montería, caza en mano, rececho y aguardos, incluyendo la posibilidad de esperas –aguardar en una posición fija al animal– durante los viernes, sábados y domingos. Fuera del periodo hábil, se permite actuar sobre el hábitat potencial para el jabalí empleando medios para proteger cultivos y explotaciones ganaderas, y prohibiendo o restringiendo la alimentación suplementaria.
50 por ciento más de caza en cotos
También se incrementa la presión cinegética, y se podrá elevar hasta un 50 por ciento la cacería colectiva en cotos y terrenos destinados a este fin, repetir un enclave en la misma temporada y emplear visores térmicos, entre otras medidas. Asimismo, se permitirá el aporte alimentario en las esperas para mejorar la eficacia en el control.
Los ayuntamientos englobados recibirán asesoramiento técnico, y se pondrá a disposición de la ciudadanía información de concienciación sobre el modo correcto de actuar ante la presencia de ejemplares.
El Gobierno regional llevaba ya tiempo aplicando medidas para tratar de controlar la población de jabalíes, y evitar los daños que causan en terrenos agrícolas o en las proximidades de los municipios, a los que se acercan en busca de comida. Para ello se ha procedido a la esterilización de hembras, o al uso de repelentes odoríficos o de pastores eléctricos -vallas electrificadas-.
La emergencia cinegética temporal sólo se aplicará sobre las comarcas y ayuntamientos señalados expresamente por la Consejería de Medio Ambiente. Fuera de ellas, en el resto de comarcas, se realizará el control de fauna habitual, con las limitaciones y épocas hábiles establecidas durante la temporada de caza.
«Iniciativa valiente»
Además, se suspenden todas las repoblaciones de jabalíes, salvo que se produzcan problemas de índole genético o sanitario. «Con esta iniciativa, valiente y decidida, dotamos a las administraciones locales y propietarios de cotos o terrenos no cinegéticos de instrumentos para controlar los desequilibrios en el medio natural, pudiendo contribuir a la labor que realizamos desde el Ejecutivo regional», destacó el consejero Novillo.
En la Comunidad de Madrid en la última temporada se expidieron 13.100 licencias de caza, y hay cerca de 44.000 profesionales acreditados y 770 cotos estables.
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