Jarro de agua fría de la Unesco, que no quiere el café literario en la Cuesta de Moyano
El informe señala que dejaría en segundo plano la labor que realizan los libreros
Cien años de la Cuesta de Moyano: un café con las vanguardias
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Un informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), órgano asesor de la Unesco en cuestión de patrimonio al que ha tenido acceso ABC, desaconseja la creación de un café literario en la Cuesta de Moyano. Esta es una idea que el propio consistorio, en sintonía con los deseos de los libreros, consideró apropiada atendiendo a una antigua petición de los profesionales de los libros y que estimó oportuna por ser de utilidad para fomentar la supervivencia de este enclave centenario.
Sin embargo, en el informe, que no es vinculante, se señala de forma especial a la propia esencia del proyecto del café literario, destacando que este podría dejar en un segundo plano la actividad de los libreros. Tanto los propios vendedores como el ayuntamiento consideran que este establecimiento tendría precisamente el efecto contrario. Es decir, serviría para dinamizar esta actividad librera y atraer nuevos públicos. Un catalizador para la oferta cultural que se propone.
Aunque en el informe se especifica que no está claro si se ha consultado a los ciudadanos, lo cierto es que en el año 2016, el Ayuntamiento de Madrid promovió el proyecto 'Territorio Moyano' con el propósito, entre otros, de realizar una consulta a libreros, vecinos y visitantes frecuentes de la zona sobre formas de dinamizar la Cuesta de Moyano. El café literario fue una idea resultante de este proceso participativo.
En el año 2018, el Ayuntamiento de Madrid presentó este proyecto del café a la Comisión Local de Patrimonio Histórico, donde fue aceptado. Al declararse el 'Paseo del Prado y del Buen Retiro, Paisaje de las Artes y las Ciencias' como Patrimonio Mundial, el consistorio adapta el proyecto, realiza una Evaluación de Impacto Patrimonial y lo vuelve a someter en 2024 al dictamen de dicha comisión. Una vez obtenida la aprobación, se presentó el proyecto ante la Unesco, a través del Ministerio de Cultura, quien tras siete meses ha remitido el informe de Icomos anteriormente señalado.
Conviene señalar que esta contrariedad llega en un momento especial para el enclave: su centenario. Según la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, su posición es la de «empezar conversaciones con Icomos para analizar las posibilidades de que revierta su posición». Así, les trasladarán «la consideración por parte de los libreros de que este café tendría un efecto beneficioso para esta actividad». En palabras también de Rivera de la Cruz, se lamenta de que este informe no se haga eco de una «reivindicación histórica» y el trabajo pasa por hacerles cambiar de parecer.
Emplazamiento estable
De forma parecida se manifiesta también la presidenta de la Asociación Soy de la Cuesta, Lara Sánchez, quien reseña que «la petición de un café literario ha sido un clamor popular» de los visitantes. Este bar, sostiene Sánchez, «busca dar emplazamiento a estable y digno a una actividad cultural que ya se viene gestando desde hace bastante tiempo».
Para la comerciante y presidenta de los libreros de la Cuesta de Moyano, Carolina Méndez, «es fundamental para dinamizar» su «actividad comercial y cultural y el encuentro con la literatura a pie de calle».
La Cuesta de Moyano, por su parte, ha programado una completa agenda con motivo de su primer centenario en el que incluye conferencias y exposiciones temáticas, una de ellas basada en las vanguardias. Este varapalo se une a las quejas de los libreros, que exigen mejoras en el enclave, principalmente en el cableado y en el saneamiento de las casetas.
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