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Felipe VI visita al Cristo de Medinaceli en el día de su adoración

El Rey renueva la devoción de la Corona al Señor de Madrid asistiendo al tradicional besapiés

Felipe VI, tras besar la talla de Jesús de Medinaceli EFE
Angie Calero

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Pasadas las once de la mañana comenzó a sonar el himno de España en el interior de la Basílica de Jesús de Medinaceli, una de las cinco que hay en Madrid y la más famosa por albergar una imagen de Jesús de Nazaret tallada en el siglo XVII. En el exterior del templo -en la Plaza de Jesús, situada en una de las calles más transitadas del barrio de Las Letras-, se escuchaban aplausos: Felipe VI acababa de llegar para renovar la devoción de la Corona al Señor de Madrid.

Tras ser recibido por el Mayor de la Cofradía del Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, Miguel Ángel Izquierdo, Don Felipe recorrió con él el pasillo central de la basílica mientras iba saludando a todos los devotos de Jesús de Medinaceli. Muchos de ellos han pasado los últimos días -pese al frío y la lluvia- haciendo cola para este tradicional besapiés. El Rey, sin embargo, entró por la puerta de autoridades y se dirigió hacia el altar, en un momento de recogimiento, embargado por los acordes del himno interpretados por el órgano de la iglesia. Una vez finalizado, el interior del templo quedó prácticamente en silencio. Don Felipe besó el pie del Cristo de Medinaceli y rezó durante unos minutos junto al altar. Al terminar, se santiguó y pasó a la sacristía, donde firmó en el Libro de Reyes mientras en el interior se escucharon vivas al Rey y a Jesús de Medinaceli.

La visita de Felipe VI se prolongó durante algo menos de media hora. En el interior de la basílica no cabía más gente. Al salir del templo, igual que a su llegada, saludó a los seguidores del Cristo Medinaceli que, como él, quisieron participar en este tradicional besapiés, que los madrileños profesan cada primer viernes de marzo desde hace un siglo. A algunos de ellos les estrechó la mano, mientras que a otros les sonrió y saludó de lejos. Muchos le agradecieron su visita: «¡Felipe! ¡Muchas gracias, Su Majestad!». Se escuchó su nombre en varias ocasiones y también muchos aplausos espontáneos. Todos, con sus teléfonos móviles en ristre, inmortalizaron la visita del Rey.

El Rey, a su llegada a la basílica de Jesús de Medinaceli EFE

Los Borbones cumplen con la tradición de besar el pie izquierdo de Jesucristo desde hace décadas. La que más años ha venerado al Cristo ha sido la Reina Sofía, pero tanto el año pasado como éste, ha sido Don Felipe quien ha renovado esta devoción de la Corona.

Esta fue la tercera ocasión en la que Don Felipe asistió al besapiés desde su proclamación como Rey hace casi once años. La última fue el año pasado, cuando relevó a la Reina Sofía en este evento religioso, uno de los más importantes que se celebran en la capital de España. Al tratarse de una costumbre familiar, la asistencia del Rey no estaba programada en la agenda de actos oficiales de la Casa del Rey.

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