Caza de parquímetros a mazazos en zonas SER alejadas de la M-30: «Están todos reventados»
Buena parte de los aparatos de Alto de Extremadura han sido vandalizados. Ciudad Lineal también registra roturas
Los vecinos de las áreas afectadas están a favor del servicio regulado, que rechazan a su vez comerciantes y visitantes
Parquímetros del entorno de Alto de Extremadura golpeados con mazas y hasta grandes maceteros
Suma y sigue: un barrio fuera de la M-30, dos fases de implantación, tres semanas de servicio activo, cuatro calles a la redonda y cinco parquímetros rotos. El vandalismo en el entorno del Alto de Extremadura ha pegado con fuerza en la nueva zona ... SER, operativa desde el pasado 23 de noviembre y con buena aceptación entre los vecinos del enclave. Residentes (empadronados, eso sí), que por unos 25 euros al año pueden dejar el coche tras la línea verde sin la saturación para estacionar registrada antaño. Pero a tenor de las pantallas reventadas, no siempre llueve a gusto de todos y algunos individuos la han tomado a mazazos y 'macetazos' con los dispositivos de pago levantados en la vía pública. Y no es la única zona de la periferia (en cuanto al servicio SER se refiere) afectada por esta situación.
Hace días alguien cogió un macetero de la terraza del bar Javi, en la calle de Juan Pascual de Mena, y lo estampó contra el parquímetro de la esquina de abajo. ¿Los responsables? «Tenemos nuestras sospechas», apuntan un par de clientes. El dueño del negocio, Javier, residente y hostelero del barrio, está de acuerdo con la medida, aunque solo en parte. «Como particular me parece bien, pero como comerciante no, porque los trabajadores que no vivan aquí tienen que aparcar lejos y luego la gente de fuera que antes venía a consumir ha dejado de hacerlo o llegan con la hora justa», advierte, con un ejemplo práctico en la cabeza. «Si vas a la peluquería y solo puedes aparcar dos horas, ya no te quedas a comer o a tomar algo», sostiene. No es de extrañar el estupor generado en un espacio del sur de Madrid donde la vida de barrio depende, y mucho, del pequeño comercio.
Aplicaciones al margen, lo cierto es que pagar por el estacionamiento en la parte más alta del barrio de Puerta del Ángel se ha convertido en una odisea. Este diario estaciona en la calle de Severino Aznar Embid, en uno de los pocos tramos destinados a zona azul (el pago del tique es obligatorio para todos los vehículos). Primer parquímetro: pantalla rota. Segundo: teclado arrancado. El paseo se alarga, con el consecuente riesgo de ser multados. En Vicente Camarón, avenida de los Apóstoles o Barrionuevo, tres cuartas partes de lo mismo. La acción de los vándalos se extiende, hasta el punto de que los nuevos parquímetros, dotados de grandes pantallas táctiles, se están sustituyendo por los viejos situados hasta ahora en el centro.
Una mujer saca el tique en uno de los nuevos parquímetros instalados
¿El motivo? Sencillo. «Son mucho más fáciles de arreglar», reconoce un operario, consciente de la oleada de desperfectos sufrida. El grueso de los cristales dificulta su rotura con una simple piedra e, incluso, un martillo. «No es la primera vez que alguien pega una pedrada y termina herido por el rebote», añade, con el gesto inequívoco de ser necesaria una maza de tamaño considerable u otros objetos contundentes para quebrar tales aparatos. Sin bajarse del coche, un hombre pregunta si queda alguna calle «en la que no haya que pagar». Respuesta afirmativa.
En las vías de Sepúlveda o Huerta de Castañeda la división está a cada lado de la acera. Es lo que se conoce como 'efecto frontera', una distinción que hasta la fecha la marcaba la propia M-30. La salida a determinados barrios de fuera de la carretera de circunvalación ha provocado un traslado en cadena de las áreas saturadas. En ese sentido, desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad explican a ABC que la actual Ordenanza de Movilidad Sostenible, recoge ampliar el Servicio de Estacionamiento Regulado a una veintena de barrios de manera parcial o total, si bien su implementación solo se llevaría a cabo bajo demanda vecinal.
Así, las posibles zonas a incorporar son Peñagrande (Fuencarral-El Pardo); Valdezarza (Moncloa); Los Cármenes, Puerta del Ángel (Latina); Opañel, San Isidro, Comillas (Carabanchel); Zofío, Pradolongo, Almendrales, Moscardó (Usera); Ventas, Pueblo Nuevo, Quintana, Concepción, San Pascual, San Juan Bautista, Colina, Atalaya y Costillares (Ciudad Lineal). De todos ellas, ya cuentan con parquímetros en sus calles Quintana, San Pascual, Colina, Ventas, Los Cármenes y Puerta del Ángel.
En este último barrio, PP, Ciudadanos y el grupo mixto votaron a favor de su puesta en marcha en el pleno del pasado 9 de marzo, PSOE y Más Madrid se abstuvieron y solo Vox mostró su disconformidad. Esta semana, los comerciantes del paseo de Extremadura y el propio partido socialista llevaron dos propuestas a la junta de Latina para replantear el sistema de elección vecinal (ya que solo se recogieron 437 firmas para su aprobación), pero ambas fueron rechazadas.
En Ciudad Lineal, la decisión se realizó mediante una consulta en el portal de participación ciudadana del ayuntamiento Decide Madrid, el mismo canal que piden hoy los opositores de Puerta del Ángel. Un procedimiento que tampoco ha impedido el vandalismo en los barrios de San Pascual y Quintana. Al destrozo de parquímetros en este distrito se une también el enfado de los vecinos de Concepción o Pueblo Nuevo, dos de los barrios que más están sufriendo el citado 'efecto frontera'. «En calles como las de Salas de Barbadillo o Lago Constanza (la que marca el límite entre Pueblo Nuevo y Ventas) los coches ya no caben. Y lo que es peor, la falta de huecos hace que los dejen en las esquinas y sea imposible ver nada en los cruces», subraya un residente, convencido del riesgo de accidente en estos enclaves no regulados.
Una de las primera multas impuestas en las nuevas zonas SER de Puerta del Ángel
Controladores
Pese a los daños materiales, los controladores que vigilan las nuevas áreas SER no han registrado agresiones reseñables desde su activación. «Aún es pronto para saber si afectará o no. Se ha empezado a sancionar hace nada y los usuarios deben estar recibiendo las primeras multas», apuntan. «Se trabaja con la tranquilidad que puede dar una zona nueva, es decir, con mucho respeto», indica la responsable del sector en CC.OO., Amaya Amilibia, quien recuerda que es habitual que en las zonas de reciente implantación se rompan algunos parquímetros. «Es una forma de protestar», prosigue, sin entender el por qué de la violencia. «No conduce a nada, hay otros sistemas mucho mejores como, por ejemplo, el voto».
En 2006, el entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón ya extendió el SER a tres cascos históricos de la periferia (Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel), lo que desató la primera 'rebelión de los parquímetros'. «Soy una vecina de Carabanchel y muestro mi total rechazo a la forma de actuar de quienes han procedido al destrozo de cuantos parquímetros ha colocado el Ayuntamiento de Madrid en nuestro distrito y en otros puntos de la ciudad», publicaba este periódico en una de sus cartas al director. La presión vecinal y una posterior sentencia judicial obligaron al consistorio a retirarlos: un precedente, al menos el del vandalismo, que en 2022 no parece igual de efectivo. «Ahora se puede pagar desde el teléfono móvil, así que si no funcionan te van a multar igual». Palabra de barrio.
Contrato municipal
Reparar los parquímetros no supone ningún coste adicional al ayuntamiento, «porque estos hechos ya están recogidos en el contrato», señalan desde el Área de Movilidad y Medio Ambiente.
Tarjeta naranja
Los comerciantes pueden aparcar tanto en plazas azules como verdes por un máximo de cinco (378 euros al año) u ocho horas diarias (566,40 euros), siempre que cumplan con una serie de requisitos para sacar la denominada tarjeta naranja.