¿Estamos ante el ocaso de Occidente?
Estados Unidos y la UE deben permanecer estrecha y firmemente unidos. En otro caso, asistiremos a la decadencia de Occidente más pronto que tarde
Las ambiciones territoriales enunciadas por Trump públicamente, comprar Groenlandia, controlar o hacerse con el canal de Panamá y unir Canadá con los EE.UU, proporciona un marco de referencia importante -cercano a la teoría del 'espacio vital' de Ratzel- al expansionismo ruso de tal manera ... que lo 'normaliza' en la nueva era geopolítica, al mismo tiempo que impulsa las apetencias de Pekín sobre Taiwán. Otros actores como Turquía con tierras sirias o Marruecos con el Sahara pueden tomar el mismo camino.
Con la actual política expansionista de Trump, sus negociaciones con Putin sobre el fin de la guerra en Ucrania que ya han comenzado con la reunión, del día 10 en Riad, de los equipos de Estados Unidos y de Rusia, liderados por sus ministros de Asuntos Exteriores, respectivamente, sin contar con los aliados y abandonando al país del Dnieper, Occidente puede extinguirse, la OTAN romperse y Europa quedar fuera de juego y sola frente a Rusia.
En todo caso, a Europa le toca reinventarse en el tablero geopolítico hacia el poder duro, para lo cual tiene que llegar a ser totalmente independiente.
¿Se propone Trump repartirse el mundo con Putin y Xi Jinping, dejando a Europa en tierra de nadie, estableciendo un nuevo Yalta? Mientras el bloque autoritario, liderado por China y Rusia se halla cada vez más unido y compacto, el bloque democrático encabezado por Estados Unidos y la UE se está hundiendo.
¿Será posible que Occidente pueda desaparecer? Estamos en unos momentos de incertidumbre y de perplejidad geopolítica cruciales. La solución que se adopte para el final de la guerra de Ucrania tendrá una repercusión primordial para la reconfiguración del futuro sistema de seguridad internacional.
En definitiva, termino con dos mensajes claves para que el nuevo orden internacional que se avecina sea lo más sólido, eficiente y razonable posible. El primero se refiere a la UE: es preciso que lleve a cabo su propia autonomía estratégica garantizando su seguridad al mismo tiempo que aumenta los gastos defensa.
El segundo se dirige a Estados Unidos: es totalmente imprescindible que no se rompa el vínculo transatlántico y que Occidente permanezca unido ante el bloque autoritario. Hay que diseñar un nuevo orden mundial cuyos principios y valores los señale el bloque democrático. Para ello, Estados Unidos y la UE deben permanecer estrecha y firmemente unidos. En otro caso, asistiremos a la decadencia de Occidente más pronto que tarde. Trump tiene la palabra.
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