Gómez de Liaño revela al juez que intentaron captar a su secretaria cuando era abogado de Bárcenas
Testifica en una pieza espejo de la operación Kitchen que se sintió presionado y vigilado en las fechas en que defendía al tesorero
Arroja sospechas sobre el CNI por las motos y los vehículos que intuía, le estaban siguiendo en esa época

El abogado -y antes juez de la Audiencia Nacional- Javier Gómez de Liaño ha testificado este martes durante más de una hora ante el juez Manuel García Castellón en una pieza separada del caso Villarejo para afirmar que se sintió presionado en la época en ... que fue abogado del extesorero del PP Luis Bárcenas, hasta el punto de sospechar que el CNI le estaba vigilando y revelar un intento de captación de la que entonces, era su secretaria. Buscaban, ha apuntado, información confidencial.
Gómez de Liaño es la figura central de la pieza separada número 36 de la macrocausa sobre el comisario José Manuel Villarejo. Se trata de una suerte de espejo de la operación Kitchen, pues investiga maniobras de presión sobre Bárcenas y su letrado en la misma época en que habría tenido lugar ese presunto operativo parapolicial para sustraerle documentación por el que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y su número dos, Francisco Martínez, van camino del banquillo.
El punto de partida, unas grabaciones y unos correos intervenidos en una causa judicial en Marbella en las que tres personas departían sobre maniobras contra Gómez de Liaño para conseguir que Bárcenas guardase silencio sobre Gürtel. Los audios llegaron a la Audiencia Nacional pero el juez, que en un inicio había incorporado este material a la investigación de Kitchen, lo sacó a una pieza separada y archivó el asunto. La Sala de lo Penal ordenó la reapertura y ahora, tras escuchar a los tres imputados, tocaba el turno del perjudicado, Javier Gómez de Liaño.
Y en su comparecencia, según informaron a ABC en fuentes presentes en la declaración, ha explicado a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, del juez y de la defensa de Bárcenas -que ejerce aquí la acusación particular- que en aquella época recibía mensajes indirectos que le transmitían esa sensación de estar vigilado.
Ha revelado en este punto que tiene constancia de que tantearon a su secretaria, personas que le habrían ofrecido algún tipo de colaboración con posibilidad de recibir dinero a cambio. Eran un hombre y una mujer que se le acercaron en el gimnasio y le brindaron la posibilidad de "arreglarle la vida" a cambio de información y documentos del despacho de Gómez de Liaño.
En aquel momento, el letrado presentó una denuncia en la Audiencia Nacional y el Juzgado Central de Instrucción 1 abrió diligencias. Conforme ha declarado ante el juez, se tomó declaración a la secretaria que identificó a las dos personas entre una batería de imágenes que le ofreció la Policía. Eran, según su declaración, agentes del Centro Nacional de Inteligencia. El asunto acabó sobreseído.
Asimismo, ha referido que había detalles en el día a día que llamaban la atención, como toparse siempre con las mismas motocicletas con conductor a bordo y los mismos vehículos en la puerta de su despacho, o que durante las visitas a Luis Bárcenas en Soto del Real, nunca tuviesen la oportunidad de elegir en qué locutorio o en qué sala tendrían la entrevista: se les asignaba una, siempre la misma. Intuyó que podrían estarles grabando en aquellos despachos cliente-abogado. Su estrategia de defensa de hecho, la escribía en un papel que mostraba a Bárcenas a través del cristal. Tal era la percepción de estar siendo escuchados.
Pide que testifique Cospedal
En su opinión, se había organizado una suerte de complot en el que habría tenido participación un abogado del Estado al que relaciona con la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y a un interés en que la causa abierta a raíz de los papeles de Bárcenas no prosperase. No conocía ni tenía relación con ninguno de los tres imputados, el abogado José Luis Moreno, la clienta de este Mónica Gil, y el empresario Juan Ramón Díaz, según las fuentes consultadas.
La defensa de Gómez de Liaño ha pedido al juez que acuerde una batería de declaraciones de testigos, entre los que destacan la propia Cospedal, pero también Javier Iglesias, abogado en el caso Gürtel y del que Bárcenas declaró que le había ofrecido la exoneración de su mujer a cambio de silencio; y el letrado entonces de su despacho Óscar Jiménez.
Además, ha instado la citación de otro letrado, José Aliste, a quien en su declaración ha relacionado con la presunta trama y al propio Villarejo por el conocimiento que tendría del plan, habida cuenta de su relación con el hombre en cuyo domicilio se encontraron los audios y correos que desencadenaron la causa, Halit Sahitaj.
Se trata de un presunto colaborador del capo georgiano Zakhar Kalashov al que el propio Gómez de Liaño defendía en la misma época que a Bárcenas. Sobre este punto, ha aclarado que no hubo ninguna conexión ni relación entre ambos asuntos y ha pedido en cualquier caso que Sahitak sea convocado como testigo.
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