El Gobierno explora cómo aumentar el gasto en defensa sin presupuestos

El Ejecutivo tiene la intención de cumplir esa promesa, renovada ahora con la Unión Europea (UE) por la posibilidad real de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desentienda de la protección de los países miembros de la OTAN, y explora las mejores opciones para incrementar el gasto militar sin contar con unas cuentas públicas, que se ven casi imposibles de aprobar por la debilidad parlamentaria de PSOE y Sumar.

El Gobierno, según distintas fuentes consultadas por ABC, maneja distintas vías para aumentar el dinero destinado a defensa sin necesidad de nuevos presupuestos. Las cuentas estatales son la mejor forma de afrontar una variación significativa en las partidas públicas, como la que se quiere abordar ahora, pero desde el Consejo de Ministros exploran la posibilidad de tirar de reales decretos leyes -que tendrían que ser convalidados por el Congreso en cualquier caso- o de aprobar modificaciones presupuestarias.

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David Alandete | Corresponsal en Wasgington

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La pregunta que hay que responder, que es la que se hace la oposición, es de dónde va a salir el dinero para incrementar el gasto en defensa al dos por ciento del PIB. Actualmente, entre el presupuesto oficial y otras partidas, España invierte en la seguridad nacional más de 17.000 millones de euros. Una cifra muy alejada de los más de 31.000 millones que debería estar destinando para cumplir en la actualidad con el compromiso del dos por ciento del PIB, con el dato del 2024. España debería dedicar 14.000 millones de euros más a la defensa para llegar ya a ese compromiso. Según el doctor en Económicas de la Universidad Complutense de Madrid Antonio Fonfría, el dos por ciento del PIB en 2029 serán 20.000 millones de euros adicionales por la estimación de crecimiento.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este jueves en Bruselas y reclamó que no solo se movilicen 150.000 millones de euros en préstamos, como hará la UE, sino que se efectúen transferencias directas a sus miembros, como sucedió, por ejemplo, durante la pandemia del Covid-19. Esos instrumentos, no obstante, no convencen a los Veintisiete, porque hay países cuya inversión ya supera el dos por ciento. Lo mismo sucede con la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, de congelar las reglas fiscales para permitir endeudarse.

El Banco Europeo de Inversiones ha prometido también ayudas al sector privado. Pero al margen de la UE, el Gobierno tiene otras herramientas para destinar un mayor gasto a defensa. Y eso pasa por dos opciones: aumentar la recaudación fiscal y/o reducir el gasto público. Desde el PP, conscientes de que los socios del PSOE son reacios a la inversión en defensa y más aún si conlleva recortes sociales, se preguntaban este viernes de qué partida saldrán los fondos que se destinarán al objetivo del dos por ciento.

Por lo pronto, el Gobierno espera recaudar en 2025 entre 12.500 y 13.000 millones de euros extra. Eso no significa, ni mucho menos, que todo se vaya a destinar a defensa, pero sí podría ir una parte de esos ingresos. Las arcas del Estado contarán también con 4.000 millones de euros más por el fin de las rebajas fiscales por la guerra de Ucrania; 2.000 más por el paquete fiscal aprobado a finales del año pasado -el resto del mismo va a las comunidades autónomas-; entre 500 millones y 1.000 millones por la recaudación de los nuevos perceptores del salario mínimo; y unos 6.000 millones por el crecimiento económico.