El Gobierno canario y Marlaska intentan rebajar la tensión ante la crisis migratoria
Cruz Roja en Canarias admite que no puede más y pide voluntarios a la Península
Interior tenía informes en junio que auguraban el incremento en la llegada de inmigrantes

El Gobierno canario sabe que el de la inmigración irregular es uno de los temas más sensibles a los que se tiene que enfrentar. Por su parte, el Ministerio del Interior tiene como prioridad absoluta este asunto, hasta el punto de que es al que más esfuerzos dedica su titular, Fernando Grande-Marlaska.
Desde el Archipiélago se echa de menos que haya un único interlocutor desde el Estado central, como sucedió, por ejemplo, en la etapa en que Teresa Fernández de la Vega fue vicepresidenta del Gobierno; el Ejecutivo central, por su parte, acusa a la administración autonómica de no hacer sus deberes, con el argumento de que todos los inmigrantes irregulares que llegan a El Hierro son inmediatamente trasladados a otras islas, en un primer momento, y desde allí a distintos puntos de la Península, de modo que los centros no están colapsados.
En cambio, desde el departamento de Marlaska se acusó al gobierno canario de que la semana pasada aún quedaban en El Hierro 291 menores no acompañados, que sí son competencia directa suya.
Interior presume además de que se ha enviado a El Hierro a policías de Extranjería y Fronteras y de Científica, además de agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil. Por su parte, el viceconsejero de la Presidencia, Alfonso Cabello, dice que el Estado «perdió parte de la memoria» en la gestión de este fenómeno, porque en febrero de 2020 suprimió la comisión delegada del Gobierno para Asuntos Migratorios, que funcionaba bajo la dirección de la vicepresidenta, Carmen Calvo.
Refuerzos
En lo que todos están de acuerdo es en que una gestión adecuada de la crisis exige un trabajo conjunto entre las dos administraciones. Este lunes, el ministro del Interior en funciones preside una nueva reunión de la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración en el Centro de Coordinación Regional de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria. Asisten también el presidente canario, Fernando Clavijo, y el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, además de mandos de la Policía Nacional, la Guardia Civil, y representantes de los ministerios de Defensa, Hacienda y Función Pública, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y responsables de Cruz Roja.
Precisamente ayer Cruz Roja pidió voluntarios a la Península, especialmente de la zona de Andalucía, para ayudar a atender a los cientos de migrantes que llegan diariamente al Archipiélago. En declaraciones a RNE, el responsable autonómico del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de esta ONG, José Antonio Rodríguez, aseguró que el músculo de la organización, que es el voluntariado, ya no da más de sí en Canarias.
Rodríguez explicó que hasta hace poco movían a sus voluntarios de unas islas a otras para atender a los inmigrantes, pero que en estos momentos están llegando «a cualquier parte» del Archipiélago, lo que obliga a tener que tirar del músculo de la oficina central de Cruz Roja.
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