En un almacén de Amazon en Navidad: Turnos de hasta 10 horas y 20.000 paquetes en reparto
En el centro de O Porriño se duplica la actividad entre el Black Friday y el día de Reyes
En el almacén no hay comité de empresa y UGT denuncia que las quejas recibidas llegan sobre todo de las subcontratas para las que trabajan los repartidores

A las doce de la noche, Alejandro Cao, supervisor en el centro de Amazon en O Porriño (Pontevedra), comienza su jornada laboral que se prolongará hasta las 9.45 de la mañana. Empezó hace tres años «en lo más bajo, como asociado», según relata ... ya al final de un turno en el que por el almacén han pasado más de 20.000 paquetes. Desde el Black Friday hasta Reyes la actividad se duplica en la nave. Es lo que en la jerga interna del gigante de la venta online se conoce como el peak (pico) de Navidad.
«En un día normal gestionamos entre 12.000 y 15.000 paquetes, estos días esperamos superar los 30.000 alguna jornada», indica Marina García, directora de planta. Amazon no ha sabido facilitar una previsión de datos para toda España. En O Porriño durante estas fechas la plantilla crece para alcanzar los 100 empleados, normalmente son unas 60 personas, y los turnos y las horas extra se amplían. Cao asegura que le gusta el turno de noche porque «es el más movido, el de más rock and roll», aunque reconoce que no todo el mundo se adapta. Recalca también otras ventajas que para él tiene la larga jornada laboral. A cambio libra tres días por semana, que pueden caer o no en sábado o domingo. Además trabajar por la noche le permite seguir ejerciendo como entrenador de fútbol.
La de O Porriño es una delivery station (estación de última milla) a la que los camiones con los pedidos para la zona de Vigo, Pontevedra, Orense y Santiago llegan durante toda la noche. Normalmente los turnos laborales son de seis horas, entre las cuatro y media y las diez y media de la mañana, pero en estas fechas buena parte de los operarios trabajan desde la una de la mañana hasta las 9.30 o de las ocho a las doce. Algunos más si suman horas extra. La plantilla está conformada por gente joven y la propia directora de planta, ingeniera con un máster en logística, tiene 29 años. García asegura que muchos trabajadores llegan a Amazon pensando que las condiciones laborales son muy malas, pero luego «casi todos quieren quedarse».
En el centro no hay comité de empresa, ni representación sindical de ningún tipo. La directora no lo ve extraño. Explica que la comunicación entre la compañía y los empleados «es constante». «Cada dos semanas tenemos una reunión con tres trabajadores que van rotando y al principio de cada turno se habla también de los problemas que pueda haber», indica. Para Rubén Bernárdez, asesor laboral de UGT en Vigo en materia de transporte, la falta de representación sindical «habla por sí misma». Bernárdez asegura que no ha tenido ninguna denuncia que proceda de trabajadores directos de Amazon en O Porriño, pero cree que no es «fácil arriesgarse» a que la empresa fundada por Jeff Bezos, el segundo hombre más rico del mundo, «vea que tienes contactos con sindicatos para montar un comité». Otros centros, como el de Bilbao, sí tienen representación sindical. Estos días llevan a cabo protestas y la primera huelga de Amazon España para mejorar las condiciones de los empleados.



En O Porriño, la jornada laboral se inicia con unos minutos de estiramientos para evitar lesiones. A medida que van llegando los camiones, los empleados deben descargarlos para que posteriormente los paquetes pasen a una cinta transportadora. Allí se les colocan unas etiquetas para agruparlos según el lugar de reparto. Después se introducen en una especie de sacos de colores para dejarlos preparados para que los recojan los conductores de las furgonetas. Cada trabajador lleva un dispositivo móvil en su antebrazo. La app de Amazon le asigna en cada momento qué debe de hacer. El móvil también sirve para escanear los códigos de barras y no perder ningún paquete. García explica que para que las tareas no sean muy repetitivas se van rotando a los empleados durante todo el proceso. En los turnos de ocho horas y media hay 30 minutos reglamentados de descanso, pero la directora de O Porriño desmiente que el resto del tiempo se trabaje sin parar. «Por supuesto que se puede ir al baño o descansar un momento. Tenemos que cumplir como en cualquier otro sitio, los paquetes que llegan tienen que salir de aquí. Los trabajadores no tienen un mínimo que cumplir, es cierto que se mide cuanto se entrega, pero para poder planificar la gente que necesitamos«, justifica.
A sus 29 años a Carla Gándara, la noche se le pasa «volando». Había trabajado como repartidora, ella dice «driver» usando la jerga de Amazon, pero prefiere el almacén. «A veces es duro, pero en general bien», asegura. Como el resto de sus compañeros entró con una ETT. Tras el primer mes le hicieron un contrato fijo-discontinuo y desde junio no ha parado. La planta se inauguró con 30 trabajadores en octubre de 2019, pero con el despegue de la venta online durante la pandemia la plantilla ha ido creciendo hasta los 60.
El reparto
Finalizada la clasificación de los paquetes llega el turno de los repartidores. En esta jornada del pico de Navidad se esperan 211 furgonetas rotuladas con el logo de Amazon. Poco antes de las diez. las primeras 23 se disponen el parking mientras los conductores recogen la mercancía. Tienen 20 minutos y entrará la nueva tanda. Los conductores no trabajan directamente para Amazon sino para dos empresas, Kebel y Checkpoint. Juan San Cosme es el administrador de la segunda de ellas. Empezó trabajando en la nave pero «mediante una vacante que había en Amazon para crear una empresa» logró su actual puesto. San Cosme asegura que tiene otros clientes, aunque reconoce que el principal es Amazon.
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Desde UGT creen que se puede tratar de un caso de «cesión ilegal de trabajadores», indica Bermúdez. El asesor del sindicato explica que han recibido numerosas quejas de los repartidores por las malas condiciones laborales con «jornadas de doce horas, media de 150 paquetes diarios e impago de horas extra». El administrador de Checkpoint apunta que los turnos son de 8-9 horas y asegura que en general la plantilla «está contenta». «Entendemos que esos trabajadores son realmente trabajadores de Amazon», indica el sindicalista. Bermúdez recuerda que tras las denuncias a Inspección de Trabajo, Amazon se vio obligada a prescindir de la primera empresa de reparto, Tipsa, que tenía al 99% del personal contratado a través de una ETT.
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