Feijóo prepara un frente del sur para flexibilizar en la UE las reglas fiscales
Pretende liderar una alianza con Italia, Portugal y Grecia para limitar las nuevas normas europeas
Si llega a Moncloa será el presidente más importante del PP europeo: ni Scholz, ni Macron ni Meloni son de su partido

Si Alberto Núñez Feijóo llega a La Moncloa tras el 23J, lo hará en un momento trascendental en política europea. En un contexto en el que España ostenta la presidencia de turno de la UE -una posición que otorga un papel de árbitro en ... el impulso y ordenación de algunos debates-, los países miembros tienen que cerrar un acuerdo para la actualización y reforma de las reglas fiscales.
Esta cuestión es importante porque la senda que se adopte va a determinar de qué forma se realizará el ajuste en las cuentas públicas que, en cualquier caso, habrá que acometer para reducir el déficit y la deuda tras varios años con estas reglas suspendidas. Feijóo no es partidario de un ajuste duro. Acude a las urnas con un programa que contempla alivios fiscales puntuales de impuestos y con el planteamiento de que son necesarios algunos estímulos, por ejemplo en infraestructuras hidráulicas.
La Comisión Europea ha propuesto una reducción gradual de la deuda pública durante cuatro o incluso siete años. Y contempla que se puedan desarrollar planes específicos para cada país desde 2024. Se trata de volver a los objetivos fijados en el Pacto de Estabilidad, que sitúa en el 3% el nivel de déficit y en el 60% la deuda pública, pero haciéndolo de una manera gradual.
Estas reglas fueron suspendidas inicialmente como consecuencia de la pandemia para permitir a los Estados miembros adoptar medidas de estímulo. Una excepción que se vio ampliada por la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética. La propuesta que presentó hace unos meses la Comisión Europea para iniciar esa discusión contempla ese marco flexible para cada país. Algo que choca con la posición de Alemania y otros países. España había tratado de sellar con Países Bajos una alianza para impulsar esta negociación superando la tradicional división entre norte y sur. Pero tanto Pedro Sánchez como Mark Rutte se encuentran ahora en tiempo electoral.
El debate europeo prevé dar margen para las inversiones en transición energética o también en Defensa. Pero incluso el marco previsto por la Comisión recoge ajustes. Nadie parece cuestionar eso. El PP da por hecho que, si llega al Gobierno, tendrá que embridar las cuentas públicas. Pero ve en esta negociación la clave para poder hacerlo con suavidad y sin recortes sociales.
Acuerdos parciales
Recientemente los ministros de Finanzas de la UE, reunidos bajo la presidencia rotatoria de Nadia Calviño, sellaron una resolución que anticipaba este nuevo horizonte presupuestario, dejando para el otoño la negociación final sobre la cuestión. España ha planteado dividirla en cuatro bloques para poder lograr acuerdos parciales.
Pero esa cuestión no va a abordarse en detalle y profundidad hasta el último trimestre de año. Momento al que el PP quiere llegar con Feijóo en La Moncloa. Y de cara a esas negociaciones se bosqueja ya una alianza. Si es presidente, Feijóo va a buscar en esta materia reactivar la unidad de acción de los países del sur: Italia, Grecia y Portugal. «La gran ventaja del PP en esa negociación es que, si podemos formar una alianza con el Gobierno de centroderecha de Grecia, de derecha de Italia y el socialista portugués, que no es un Gobierno alejado de Alberto Núñez Feijóo, tenemos una fuerza de negociación importante», plantea en conversación con ABC Esteban González Pons, vicesecretario de Acción Institucional del PP.
En Grecia gobierna con mayoría absoluta Kyriakos Mitsotakis, socio del Partido Popular Europeo. El PP cree que podrá discutir esta cuestión con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, que está dando pasos evidentes hacia el entendimiento con los populares europeos. Y en dirección opuesta a los gobiernos de Polonia y Hungría. El bloque de partidos a la derecha del PP en Europa, entre los que se enclavaría Vox, no es homogéneo. Y hay enfoques diferentes sobre si acercarse o no al Partido Popular Europeo y entrar en el juego de la gobernabilidad de las instituciones comunitarias, hasta ahora reservado para populares, socialdemócratas, liberales y verdes.
En cualquier caso, el PP cuenta con que una alianza entre España e Italia será más factible con Feijóo en La Moncloa. A la vez, creen que aunque el portugués Antonio Costa ha sido un grandísimo aliado de Pedro Sánchez en Bruselas, ven en él una figura con la que Feijóo podría entenderse sin problemas.
«Nosotros tenemos que aceptar las nuevas reglas fiscales y vamos a tenerlas que negociar. Un Gobierno del PP tendría más fuerza para esa negociación. Sánchez estará ahora mismo más aislado, porque es de los pocos primeros ministros socialistas que quedan», reflexiona Pons, que ve cómo, tras Grecia, si ahora llega España el PP europeo estará en clara recuperación.
Reforma sin recortes
El PP defiende que esta vuelta a las reglas fiscales no tendrá que suponer necesariamente ningún recorte. «España tiene 200.000 millones del Plan de Recuperación. Tenemos que aprovecharlo para ir a esa reforma sin que nadie tenga que sufrir un recorte», explica Pons. Que además reivindica que España «puede volver a cobrar el fondo de cohesión» y que «el próximo Gobierno tiene la obligación de ir a esa apertura del marco presupuestario exigiéndolo».
El fondo de cohesión se crea en los años 90 para beneficiar a los países más pobres y ayudarles a alcanzar el estándar de vida europeo. «Tienen derecho a cobrarlo aquellos países que están por debajo del 90% de renta per capita europea medida por Eurostat. España cobró el fondo de cohesión hasta 2007, cuando llegamos a estar en el 104% en renta per capita medida por Eurostat. Ahora hemos bajado al 84%», plantea Pons para justificar su demanda.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete