Don Benito-Villanueva: el sueño de una fusión que se desvanece

Aunque resulte paradójico, la consulta popular, en la que ganó el 'sí', fue la primera gran piedra en el camino para la fusión. En Villanueva de la Serena, el apoyo a la unión fue incontestable, con el 90,49 por ciento de los votos a favor. Sin embargo, en Don Benito, el resultado fue mucho más ajustado. Votaron 'sí' el 66,27 por ciento de los dombenitenses, cuando se requería un mínimo favorable del 66 por ciento. El pírrico margen del 0,27 por ciento y el retraso en el recuento por un «error informático» llevó a los más incrédulos a tachar la votación de «pucherazo».

Se llegó a presentar, de hecho, un recurso ante la justicia para que se investigase si había existido cierta manipulación en el recuento, aunque finalmente quedó en nada, cuando el Juzgado de lo Contencioso de Mérida no lo admitió a trámite por considerar que no contaba con «legitimación activa» contra una actuación #«no susceptible de impugnación».

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Adrián García Durán

La polémica en torno al proceso no cesó. Más bien fue espoleada por otro hecho que puso a ambas localidades y a toda Extremadura entre las tendencias virales del país. Después del largo trabajo de una comisión de expertos, se presentaron a la ciudadanía dos posibles nombres para la futura ciudad, que sería la tercera más poblada de Extremadura: «Concordia del Guadiana» o «Las Mestas del Guadiana». Esto sí provocó un rechazo casi unánime en ambas poblaciones, donde no querían ser «concordenses» ni «mestenses» -gentilicios propuestos por el mismo grupo de expertos-. Tanto es así que poco después ambos alcaldes renunciaron a la propuesta y se estableció «Vegas Altas», en referencia a la comarca, como el nombre de la nueva ciudad, manteniéndose Don Benito y Villanueva de la Serena como nombres de distrito.

El proceso se fue embarrando y con un clima de cierta controversia, especialmente en Don Benito, se llegó a las elecciones municipales de 2023. Gallardo ganó con contundencia y mantuvo su mayoría absoluta en Villanueva, pero su homólogo, José Luis Quintana, acabó perdiendo la alcaldía a manos de Siempre Don Benito (SDB), la plataforma ciudadana, constituida en formación política, que había llevado meses antes el asunto del referéndum a los tribunales. El PSOE ganó las elecciones, pero SDB -siete concejales- y el Partido Popular -cinco- arrebataron el gobierno municipal a los socialistas.

María Fernanda Sánchez, líder de SDB y actual alcaldesa de Don Benito, sigue manteniendo a día de hoy, así se lo reconoce a ABC, que en el proceso de fusión «solo hubo irregularidades, de principio a fin». Ahora como primera edil ha cumplido su promesa de frenar la unión, que siempre ha entendido como «el sueño de una ambición política desmedida», que pretendía arrebatar a su municipio la «independencia y el autogobierno». Sánchez cree que la consulta popular no fue más que «un espejismo» y que los dombenitenses son conscientes del «intento de manipulación» que supuso todo aquello.

La alcaldesa, que gobierna gracias a un pacto con el Partido Popular, se ha visto envuelta en más de una polémica en sus dos años de mandato. Su firme posición contra la fusión le ha granjeado la animadversión, por ejemplo, de la Asociación por la Fusión, colectivo con el que ha tenido más de un encontronazo. Más de un pleno en el ayuntamiento ha terminado con la presencia de la Policía Local, después de trifulcas o insultos que coparon titulares en todo el país.

El vicepresidente de la Asociación por la Fusión, Eduardo Blanco, asegura a ABC que, durante este tiempo, en Don Benito han ocurrido «cosas esperpénticas». Se refiere, por ejemplo, a lo sucedido en un pleno donde, dice, «el marido de la alcaldesa amenazó de muerte a un ciudadano» y después ella «increpó a los periodistas para que borrasen el contenido de ese pleno». Por estos hechos, el marido de Sánchez fue condenado por un delito leve de amenazas.

Precisamente, su antecesor en el cargo, el socialista José Luis Quintana, ahora delegado del Gobierno en Extremadura, culpa directamente a la primera edil de Don Benito de que «ambos municipios y Extremadura no hayan podido beneficiarse del proyecto». Cree que «no es el mejor ejemplo y que todo este tiempo ha servido para desenmascarar quién está detrás».

El entonces alcalde de Villanueva y ahora líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, también ha hablado con ABC. Cree que lo que ha fallado estos años ha sido «la política en Don Benito». Culpa directamente al PP y consecuentemente a María Guardiola de la posición de los populares, que dieron la alcaldía a los localistas: «El PP ha fallado a Don Benito».

De la misma manera opina Quintana. El actual delegado del Gobierno en Extremadura considera que «la paralización de la fusión se la debemos a los negacionistas del progreso, que hoy están en el ayuntamiento de Don Benito, y a un partido, como el PP, que dijo una cosa a sus simpatizantes y ha llevado a la práctica otra muy distinta»

Por su parte, fuentes de la Junta de Extremadura siguen defendiendo que «son Don Benito y Villanueva quienes tienen que decidir su futuro, con autonomía y garantías». El ejecutivo autonómico sostiene que apoyará «cualquier iniciativa que pretenda mejorar la vida de los ciudadanos», pero siempre que se haga «de forma transparente, desde el consenso y sin imposiciones».

Con este caldo de cultivo, se llega a un 2025 que se presume clave para el futuro de la fusión. En los próximos meses, en cumplimiento del pacto de gobierno, el Partido Popular asumirá la alcaldía de Don Benito. Lo hará con una promesa por cumplir: volver a convocar una consulta popular. Los populares confirman a ABC que llevarán a cabo ese referéndum, esta vez de manera «vinculante» y sin que las administraciones «hagan campaña». El PP defendió la fusión y dice no haber cambiado su postura, pero sí pone el foco en cómo se hicieron las cosas en 2022.

Esa consulta que promete el PP, y que respeta la Junta de Extremadura, es enormemente criticada por los partidarios de la fusión. Blanco lo tacha de «pantomima». Cree que es un «intento de lavar el sentimiento de traición que tienen muchos dombenitenses». Además, la Asociación por la Fusión tiene dudas sobre la «legalidad» de esta nueva consulta: «La democracia está preparada para que se respete lo votado y no para convocar votaciones repetidamente», sentencia.

Por su parte, el que fuese alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, defiende que «dos de cada tres dombenitenses ya expresaron su apoyo a la fusión» y que «la consulta popular de 2022 sigue teniendo la misma vigencia». Pide que no se «engañe» con un nuevo referéndum. Reconoce, eso sí, que el «daño» que se ha hecho durante este tiempo «puede haber distanciado a los vecinos de ambos municipios»

La alcaldesa de Don Benito cree que ahora los partidarios de la consulta son, precisamente, «los que estamos en contra de la fusión, incluido el PP». La primera edil cree que, ahora, se podría votar «con más y mejor información». Sin embargo, los partidarios de la fusión siguen «creyendo». El propio Miguel Ángel Gallardo, incluso, va más allá: «Es nuestra obligación y un deber reactivar el mayor proyecto económico, social y político de la historia democrática de Extremadura y el mayor proyecto municipalista de España». Reconoce, eso sí, que estos tres años han pesado negativamente también en Villanueva: «Ha habido cierta decepción…».

La unión de Don Benito y Villanueva iba a convertir la nueva ciudad en la tercera más poblada de Extremadura. Un verdadero motor económico dentro de la región. «Hay proyectos que esperaban la fusión y que ahora se han congelado», subraya Gallardo. Es una cuestión que va, sobre todo, más allá de la política. Antonio, por ejemplo, tiene una empresa de construcción en Don Benito. Cree que hay personas que «piensan que van perder sus tradiciones», cuando en realidad lo que se pierde es el «potencial de desarrollo de ambos municipios».

En este sentido, el exalcalde dombenitense, José Luis Quintana admite que deberían haber dedicado «más tiempo» a hablar de los «beneficios» de la fusión. Aunque todo «ese escenario de mejoras quedaba recogido claramente en el protocolo, publicado en el BOE, donde participaron cinco ministerios, la Junta, la Diputación de Badajoz y los dos ayuntamientos», defiende. Entre ellos, dice, «infraestructuras viarias, campus universitario, proyectos de movilidad urbana, instalaciones deportivas conjuntas, desarrollo de nuevos juzgados o nuevos proyectos de regadío». En definitiva, cree que «se ha perdido el futuro».

La unión, además, hubiese convertido a Vegas Altas en la primera potencia agraria e industrial de la región. También en el segundo polo económico, solo por detrás de la ciudad de Badajoz. Todo esto según un informe de la Universidad de Extremadura. Sin embargo, a día de hoy, esa fusión «anhelada» por muchos no es más que un sueño que, de momento, no ha conseguido convertirse en realidad.