La directora del Centro contra el Cáncer cobró 90.000 euros de más en tres años

«La directora del Centro ha percibido en el ejercicio 2019 la cantidad de 217.331 euros, importe superior al que se establece en su contrato de 1 de marzo de 2018», dice el auditor en su informe. «La retribución de la directora en el contrato a la entrada en vigor del Real Decreto 451/2012 era de 120.000 euros, por lo que se ha incumplido el segundo límite que establecía el mencionado Real Decreto, excediéndose en 30.000 euros» asegura la auditoría de la IGAE.

Y no sólo advierte de la anomalía sino que constata que el exceso en el pago a la directora no se devolvió: «No se ha constatado documentalmente que la Fundación del CNIO haya realizado acciones en el ejercicio analizado tendentes al reintegro de las cantidades señaladas». Siempre según el citado informe, la Fundación intentó justificar las cantidades recibidas indebidamente por su directora, pero sus argumentos no convencieron al auditor: «formulada la alegación por la Fundación, ésta no se acepta por los fundamentos y razones expuestos con anterioridad».

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José A. Pérez

El organismo dice que el dinero proviene de donantes

Blasco forma parte del personal de investigación con derecho a participar de las llamadas «regalías», parte correspondiente de los ingresos derivados de los proyectos de investigación del CNIO y en los que ella, en concreto, participara directamente.

En 2021, cuando la Fundación tendría que haber informado de las soluciones tomadas tras las recomendaciones de la IGAE a cuenta de esas cantidades recibidas 'indebidamente' en nómina, los auditores, en su informe complementario al de las cuentas, no incluyen nada al respecto. Sí incluyen un análisis sobre el tratamiento dado a las regalías en el CNIO a partir de un informe de la propia Fundación en respuesta a una consulta formulada por la Abogacía del Estado.

La IGAE dice que se reconoce conforme a la legislación vigente el derecho de los investigadores a participar en los beneficios de la explotación de patentes registradas por el CNIO, no teniendo en cuenta en ningún caso naturaleza retributiva y salarial. Se advierte también que el CNIO mantiene sin distribuir cantidades estimadas en concepto de regalías por importe de 887.226 euros correspondientes a 2020, 2021 y 2022, a la espera de una nueva regulación; mientras la Abogacía señalaba en su informe que el reparto de regalías no puede hacerse con base al criterio determinado por el CNIO, contenido en la instrucción aprobada por el Patronato en 2014

IGAE se cuestiona el concepto de «regalías» manifestando que este no tiene soporte legal adecuado en la legislación y que a pesar de la Ley 14/2011 de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, «no está fundamentada su distribución a los investigadores»; y considera que la instrucción de reparto de regalías de 2014 «carece de validez jurídica» cuestionando el sistema de reparto en ella establecido, por lo que recomienda «suspender la retribución de regalías».

Tras las denuncias publicadas por ABC en esta semana, la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, puso ayer su cargo a disposición del Gobierno tras la información adelantada por ABC de que el CNIO, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha gastado cantidades importantes de sus fondos en actividades de promoción artística ajenas a su objeto fundacional.

Blasco, que lleva al frente del centro desde 2011, aseguró que pone su cargo en manos del patronato del centro, que preside Eva Ortega-Paíno, secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Sin embargo, no está en sus planes dimitir. «Mi contrato se renueva cada cinco años por el Patronato del CNIO tras una evaluación previa como directora. Son ellos los que tienen que decidir si tengo que continuar o no» pero las dos últimas valoraciones «han sido muy buenas», argumentó.

Y es que el CNIO necesita invertir en equipos para renovar sus equipos, contando para ello, con un millón de euros lo que Blasco considera «claramente insuficiente» y que obliga al centro a elegir las compras «según las necesidades más urgentes».

Tal y como publicó el pasado miércoles ABC, el CNIO gastó casi un millón de euros en comprar obras de arte y contratar personal especializado en esta materia, pese a que dicha actividad «artística» nada tiene que ver con el cometido original del centro, la investigación oncológica.