Cristina Ibarrola, presidenta de UPN: «Navarra está sometida a Otegi»

—Lo último es el pacto de inmigración.

—Con Junts. Es la enésima humillación de Pedro Sánchez, que está dispuesto a vender hasta el control de nuestras fronteras con tal de seguir en el poder. Es un despropósito que debilita al Estado y perjudica la convivencia en toda España, incluida Navarra. Este Gobierno ya no gobierna, sólo sobrevive al precio de ceder a todos los chantajes de quienes quieren romper el país.

—¿Y la quita de deuda? Ustedes tienen un régimen fiscal propio.

—Es otra más de Sánchez, que ya nos tiene acostumbrados a sorprendernos con casi todo y con esta forma de hacer política de puro mercadeo y de intereses para mantenerse en su sillón. Sorprendida también porque Navarra no defienda lo que tiene que defender, porque es evidente que nos impacta.

—¿La presidenta de Navarra tiene autonomía frente a La Moncloa?

—Es del mismo partido que el presidente de España y hasta ahora no ha defendido los intereses de Navarra: es la única comunidad no comunicada por autovía con Madrid, los navarros son del 20% de los españoles que no tiene tren de alta velocidad y la Comunidad se ha quedado aislada también desde el punto de vista de la comunicación aérea. La presidenta de Navarra está sometida a las imposiciones de las políticas de [Arnaldo] Otegi, que hacen que Navarra esté cada vez más aislada, que no tengamos inversiones ni empresas.

—¿Está el Estado cada vez más ausente en Navarra?

—La presidenta de Navarra está sometida a las políticas de Otegi, que es quien la sostiene en el poder, y defiende muy poco Navarra. Es decir, si tiene que elegir entre el interés de Sánchez y el interés de Navarra, siempre elige Sánchez. Hasta ahora siempre ha elegido Sánchez. En Navarra en estos momentos está marcando todas las políticas Otegi, el proyecto de Otegi.

—Póngame ejemplos.

—Infraestructuras: deberían de haber sido mucho más ágiles, y es imposible. Fiscalidad: Navarra era una tierra atractiva con una fiscalidad propia que atraía inversión y empresas. Hoy tenemos el peor IRPF de toda España y el impuesto de sociedades más alto. En estos momentos somos la segunda comunidad con más empresas que cambian su sede social. Somos una comunidad a la que ha llegado el 0,02% de la inversión extranjera de todo el país. Navarra era una tierra envidiada, pionera, una tierra de oportunidades. Hoy no las tenemos.

—¿Está perdiendo la batalla con Aragón y el País Vasco?

—Sin ninguna duda. Con Aragón, el País Vasco, Asturias, Cantabria… y Madrid, aunque allí estamos hablando de otra película. Vemos cómo a las comunidades de alrededor llegan empresas e inversiones importantes que no llegan a Navarra. Cuando hablas con las empresas te dicen lo que está pasando. Y el proyecto de Otegi, que está marcando las políticas en Navarra, no da precisamente confianza a los empresarios, no da confianza a los inversores y siempre ha estado en contra de todas las infraestructuras y todo el progreso. Bildu siempre ha sido la coordinadora del no.

—Una manifestación reciente ha defendido la industria navarra.

—Es curioso, porque se han puesto de acuerdo todos los sindicatos para una manifestación masiva que se ha movilizado frente a la deslocalización de empresas, porque unas cierran y otras se van a las regiones de alrededor. Y tenemos una presidenta que, curiosamente, en lugar de analizar qué es lo que está pasando se ha visto satisfecha de la movilización.

—¿Usted qué propone?

—Una fiscalidad atractiva y medidas de desburocratización que nos hagan otra vez ser una tierra referente, como lo habíamos sido durante mucho tiempo. UPN es el único partido en Navarra que puede frenar el proyecto que representan EH-Bildu y Otegi. Él lo sabe perfectamente, y por eso se encarga de que el Partido Socialista actualmente en el Gobierno aísle completamente a UPN de cualquier negociación, de cualquier consenso, de cualquier acercamiento para pactar políticas que hagan otra vez a Navarra atractiva.

—¿Hay en el PSN incomodidad con el pacto con Bildu?

—Yo creo que una cosa es hablar de los dirigentes actuales del Partido Socialista, que representa el sanchismo actual, y otra es hablar del votante socialista, al cual yo respeto profundamente. Navarra ha sido una región rica, pionera, referente en todos los ámbitos gracias a muchos años de políticas de entendimiento entre PSN y UPN, y yo tengo la sensación (también por encuestas que tenemos) de que los votantes socialistas también están bastante divididos. Hay algunos que lógicamente comparten esta forma de hacer política de Pedro Sánchez, pero hay otros muchos que no están en absoluto cómodos con una política marcada por EH-Bildu que además provoca una pérdida de oportunidades para que los jóvenes se puedan quedar a hacer su proyecto de vida en Navarra.

—¿Cómo está la relación con el PP en Navarra?

—Está claro que quien puede cambiar la política actual del bloque PSN-Bildu es sólo UPN. Con el PP hay un entendimiento cordial.

—¿Qué tal la relación con Adanero y Sayas, los diputados que rompieron con UPN?

—Una relación cordial.

—¿Y con Feijóo?

—También tengo una relación cordial y fluida cuando hay alguna cuestión que tenemos que hablar. Pero el foco de uno y otro es bastante diferente. El de Feijóo es cambiar el rumbo de la España con Sánchez.

—La decisión del PSN de darle la alcaldía a Bildu seis meses después apoyarla, ¿en qué se ha traducido?

—El proyecto de EH Bildu es mirarse al ombligo y centrarse mucho en todo el tema identitario. Podemos ver al alcalde de EH-Bildu movilizando a toda la ciudadanía de Pamplona para que vaya a manifestaciones a Bilbao para que los presos de ETA salgan de la cárcel o con una bandera palestina.

—¿La decisión de darle la alcaldía a Bildu estaba tomada previamente?

—No tengo ninguna duda, formaba parte de ese mercadeo que ha hecho posible que Sánchez sea presidente del Gobierno gracias a Otegi y que María Chivite siga siendo presidenta.