Una mujer acepta siete años de prisión por matar a martillazos a un amigo a quien invitó a su casa
La homicida y su víctima habían mantenido relaciones sexuales tiempo atrás y coincidieron en un bar en Castellón donde consumieron alcohol y drogas
La batalla legal por la dana sigue: más de cien afectados se querellan contra cargos de la Generalitat y la CHJ

Una mujer ha aceptado un acuerdo por el que se le condena a siete años de prisión en Castellón por matar a martillazos a un hombre -a quien conocía por haber mantenido relaciones sexuales tiempo atrás del crimen- y con quien había coincidido en un bar. Ambos consumieron alcohol y drogas en abundancia y se disponían a entrar en el domicilio de ella, de madrugada.
Sin llegar al juicio con jurado popular, el fiscal, la acusación particular y la defensa de la mujer han presentado un escrito de conformidad.
Tras confesar y ratificar la acusada -defendida por el letrado Miguel Bernat- ese documento de calificación realizado de forma conjunta, y sin que hubiera necesidad de constituir el tribunal, se dictó sentencia 'in voce', que fue declarada firme.
La sentencia condena a la mujer por un delito de homicidio, con la concurrencia de la atenuante de confesión y de actuar bajo el consumo de sustancias tóxicas. Deberá indemnizar con 50.000 euros a los padres de la víctima, así como con 15.000 euros a cada uno de sus cuatro hermanos.
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Se declara así probado que el 15 de agosto de 2023, la mujer estuvo en un bar de la capital de La Plana, donde coincidió con su víctima. Ambos pasaron la tarde juntos consumiendo alcohol, cannabis y cocaína, lo que afectó a las facultades volitivas y cognitivas de ella.
Tras cerrar el local, ambos decidieron marcharse al domicilio de la mujer, donde llegaron hacia la 1.00 horas del 16 de agosto y, ante las dificultades para acceder al interior del inmueble, al no poder ella abrir un candado con el que tenía cerrada con una cadena la puerta de entrada, acudió a casa de su vecino, el cual le entregó un cincel y un martillo para romper la cadena metálica.
Una vez frente a la puerta de su casa, la acusada asestó un fuerte golpe en la cabeza con el martillo a su acompañante, que hizo que cayese al suelo, momento que aprovechó ella para colocarse junto al cuerpo y golpearle nuevamente con el martillo hasta en nueve ocasiones más en distintas zonas de la cabeza.
Como consecuencia de este ataque repentino, el hombre sufrió lesiones que acabaron por costarle la vida al provocarle un traumatismo craneoencefálico múltiple.
La acusada, desconociendo que se habían iniciado actuaciones procesales contra ella, se dirigió al Juzgado de Guardia para reconocer el crimen.
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