Junts vira a la derecha para enfrentarse al monopolio institucional socialista

El tándem formado por Puigdemont y Jordi Turull, quien repetirá como secretario general, ha reconfigurado el programa ideológico de Junts con gotas del gen 'convergente' de derechas. Radicalmente independentistas (sin renunciar a la unilateralidad), eso sí, para ofrecerse como alternativa al PSC y a ERC. Así, Junts se sitúa a favor de la ampliación del aeropuerto de Barcelona, rebajar impuestos e incentivar los alquileres en materia de vivienda. El partido, que nació «transversal» en lo ideológico, trata de recuperar el espacio de CiU.

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El congreso ha aprobado este sábado la ponencia organizativa (86% de los votos a favor) y unas horas antes tumbó las enmiendas que seguían vivas y que desde la dirección ya advirtieron que serían «arrasadas» en Calella. La cúpula del partido será escogida, a partir de ahora, mediante listas cerradas. El entrenador escoge a sus jugadores y no es cosa de los socios del equipo, han argumentado desde la dirección, empezando por Turull, para justificar este cambio en la estructura interna, que también se modifica para que un militante pueda acceder a los cargos orgánicos sin tener seis meses de antigüedad, lo que facilita la inclusión en la cúpula de Toni Castellà, Anna Navarro y Xavier Vinyals.

Sobre el asunto de las listas para la elección de la cúpula, que se votará mañana por la mañana y cuya lista se ha dado a conocer este sábado, o hay sorpresas: Puigdemont presidente; Turull, secretario general; Míriam Nogueras, Castellà, Mònica Sales y Josep Rius, este como portavoz, serán vicepresidentes; y Judith Toronjo será la secretaria de Organización, que dependerá de Turull. La lista de Puigdemont, y no se espera alternativa antes de que finalice el plazo para presentarse (hasta la madrugada), la forman 31 personas, de las que 16 son nuevas en la dirección. Resuelto esto, se han aprobado las otras dos ponencias.

La más relevante es la ponencia titulada 'El país que queremos', coordinada por Salvador Vergés, que incluye las líneas ideológicas de Junts para los próximos años. No ha habido gran novedad respecto a las enmiendas, han apuntado desde el partido, y el texto de la ponencia solo ha incorporado una transaccional relevante. El control de Puigdemont es total.

La idea es que Junts haga gala de sus diferencias ideológicas con el PSC y ERC. Siempre con el objetivo de la secesión y, por lo tanto, acusando a España de los males de Cataluña, los de Puigdemont defenderán la reducción de impuestos. «Hace falta una reducción justa de impuestos como el de Sucesiones y Patrimonio, y el IRPF a las rentas más bajas», apunta la ponencia ideológica, que incluye referencias a «aumentar la bonificación» al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales vinculado a la adquisición de una vivienda, así como rebajar el IVA en este ámbito.

Igualmente, no habrá dudas con el aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona. «Hace falta una ampliación [...] que permita satisfacer la demanda creciente, sobre todo la de tipo intercontinental», recoge la ponencia, texto en el que también se concreta que Junts considera «imprescindible» esta ampliación «para que pueda haber rutas directas [desde Barcelona] con la zona del Pacífico, que permitan vuelos directos de muy larga distancia (+10.000 kms) que conecten Cataluña con estos destinos».

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Otro aspecto, muy polémico y de actualidad, que marcará distancias con los socialistas y los republicanos es el asunto del acceso a la vivienda. Ahora, complicado. «Se han de tomar las medidas necesarias para revertir esta tendencia, especialmente facilitando la gestión urbanística de propietarios y administración a los efectos de generar suelo urbanizado apto para edificar, y a la vez facilitando la producción de viviendas libres y de protección oficial, especialmente en régimen de alquiler, por parte del sector privado», añade la ponencia.

En esta línea, Junts critica las acciones legislativas del Gobierno del PSOE y la Generalitat de ERC, y que el PSC ha anunciado continuará desde el Govern, sobre los precios de la vivienda y los alquileres. Los de Puigdemont se oponen a una regulación que se centre en los precios solo «desde la demanda» (amparada en la Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda y «sucesivas reformas exprés» aprobadas en Barcelona): «Este control de precios, lejos de reducir la desigualdad y facilitar el acceso a la vivienda, provoca una inseguridad jurídica en el mercado que reduce la oferta de alquiler, desincentiva la rehabilitación de los inmuebles, aumenta los precios y acaba perjudicando directamente al inquilino y, en especial, al inquilino que sufre una situación de vulnerabilidad».

A estos ejemplos hay que sumar, entre otros, la posición del partido respecto a la inmigración, que tras la aparición institucional de Aliança Catalana, ya ha manifestado su deseo de mayor control, incluso pidiendo la transferencia del Estado para ello, aunque la Generalitat esté ahora en manos del PSC. Sin el Ayuntamiento de Barcelona, ni la Generalitat, principalmente, aunque es la formación con más alcaldes en Cataluña, Junts trata de resituarse ideológicamente para afrontar los próximos años y el pulso para recuperar el Govern catalán.