Joan Ferran: «Está en marcha el embrión de otro 'procés'»
El ex diputado autonómico del PSC radiografía a una serie de frikis, en su último libro en Ediciones Hildy, que surgieron gracias al proceso independentista ilegal de 2017
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Joan Ferran (Barcelona, 1951) dispara con ironía y precisión en su último libro: 'El brazo friki del 'procés' y del 'posprocés'' (Ediciones Hildy). El que fuera diputado del PSC en el Parlamento de Cataluña entre 1993 y 2010 y creador del término 'costra de TV3', para denunciar la manipulación y el control de la televisión pública por parte del nacionalismo, radiografía a una serie de personajes ('frikis, obtusos, oportunistas y subvencionados', los define en el subtítulo de la obra) que han hecho caja gracias al proceso de secesión ilegal que ha fracturado a la sociedad catalana. Ferran, que dejará en breve el Consejo Nacional del PSC, habla con ABC sobre este libro que traerá cola y no gustará a los independentistas. Les ha puesto un espejo. Como explica en la introducción, no están todos los que son, pero los que aparecen lo son por méritos propios.
¿Por qué un libro como este sobre frikis?
En 2021, acababa de publicar un libro titulado 'Flores de Arcén', muy serio, constructivo, melancólico y personalista. Cuando iba escribiéndolo me daba cuenta de que lo del 'procés' ha sido un atentado a la convivencia en Cataluña a lo largo de diez años, que ha provocado unas frustraciones muy grandes en mucha gente, tanto del ámbito independentista como del ámbito constitucionalista, y que ha fastidiado la economía. Y que los responsables se iban a ir de rositas. En realidad, así ha pasado, en parte. Ninguno de los protagonistas del 'procés' ha reconocido que se equivocó, ni ha pedido perdón, ni se ha disculpado… Les han indultado y no han dado ni las gracias. Y en medio de esta vorágine, tenemos a los frikis.
¿Cómo son estos frikis?
Los tenemos de dos tipos: el espontáneo, pobre hombre, fruto de las circunstancias, y el friki mucho más cruel, porque es más cerebral, vive de esto y le va de fábula. Sin embargo, ahora están en un momento de desconcierto. Pero si vuelve el 'procés' volverán a aflorar.
Antes de meternos en el libro, ¿el 'procés' ha acabado?
El 'procés' como lo hemos entendido hasta ahora con la acción en el Parlament, el subidón en la calle y luego los juicios creo que sí. Pero al mismo tiempo que se acaba el 'procés' sabemos que ya está en marcha el embrión de otro 'procés', de un 'postprocés', que no tendrá las características, seguramente, del anterior porque va a ser muy difícil que los independentistas consigan movilizaciones de masas en la calle, al menos en un estadio inicial, pero es muy probable que pueda despertar por cualquier cuestión. Por ejemplo, por una vuelta a España de Carles Puigdemont y su encarcelamiento, por una crisis en el Parlamento de Cataluña, por una subida electoral de Junts, por un resultado concreto en las elecciones generales… En cualquier caso, lo ha dicho Oriol Junqueras, están recomponiendo sus fuerzas.
¿Un Gobierno del PP con el apoyo de Vox, sería un motivo para reactivar el 'procés'?
Claro, estoy seguro de que los sectores más viscerales del independentismo desean que gane la derecha en España y no solo eso, sino que metan mano dura en Cataluña para tener la excusa de crear un 'postprocés'. Ahora están desarmados y muy peleados, pero siempre que sale un pequeño tema, echan mano de él. El 'catalangate', lo del Barça… Todo es una agresión a Cataluña. Ya lo hizo Jordi Pujol con el caso Banca Catalana, pasó con el 3% de la corrupción de Convergència.
¿Cómo valora la estrategia de Salvador Illa y el PSC, apoyando a Pere Aragonès para aprobar las cuentas, pero sin entrar en el Govern?
Illa se encontró con una dicotomía complicada. Apoyar el Govern y mejorar la economía o dejarlo caer y que se pierdan los fondos europeos comprometidos. Cualquiera de las dos opciones tenía sus peligros, sus ventajas y sus inconvenientes. Creo que Illa ha pensado en lo mejor para la sociedad catalana. Y hay que recordar, también, que tenía toda la presión de los sindicatos, los empresarios, la prensa catalana apretando para que aceptara pactar con Aragonès.
Lo normal sería que tuviera coste electoral.
Puede, pero lo ha hecho con una condiciones que también ha dejado retratada a ERC. Y, sobre todo, ha provocado unos efectos colaterales en el seno del independentismo, que está en permanente contradicción. La Assemblea Nacional Catalana está prácticamente rota. Y la CUP no sabe qué hacer. Se puede criticar a Illa, pero la resultante de su apoyo a Aragonès es que el movimiento secesionista está muy fraccionado. Habrá que esperar a después de las elecciones municipales. Pero creo que el Govern, con 33 diputados, lo va a pasar mal.
Estamos a las puertas de un nuevo tripartito.
No creo, aunque en la política… Ahora no estamos igual que en 2003, año en el que había una situación política pactando con un independentismo minoritario. En estos momentos no estamos en esa situación. Las bases de ERC no quieren ni oír hablar del PSC y las bases del PSC saben que con ERC no se puede ir a ninguna parte porque es un partido poco serio históricamente. Lo decía Joan Reventós, que de ERC no te podías fiar nunca y esto es una constante histórica. ¿Un tripartito? Lo veo difícil.
Vayamos al libro, ¿quién es el Marqués de Carabás que firma la introducción?
Es un secreto. No se puede saber.
¿Alguien público, conocido?
Sí, sí. Tiene responsabilidades políticas o las ha tenido. Este libro es más bien polémico. Y prefiere quedar al margen.
Defina alguno de sus frikis. Joan Canadell.
Este es el típico empresario bocazas. Montó lo de la careta de Puigdemont para llevarla en el coche. Una actitud friki en un empresario que tenía petróleos y mucho meterse con el Estado, pero le pide dinero a través del ICO. Por no hablar de su insinuación de que los atentados de La Rambla son algo del CNI. Por cierto, también lo defiende Laura Borràs.
La contradicción del peronismo. Aboga por los pobres, recoge dinero, hace acción social para los descamisados, y de golpe y porrazo justifica a Artur Mas, los recortes que hizo. ¿En qué quedamos? Y luego se metió con España, con un punto hispanófobo. Algo que le pasa a algunos latinoamericanos. Esta monja, además, está enamorada de Mas, sale en televisión haciendo un tipo de lucha.
Un tipo muy agresivo. Es un cómico. Muy ácido en el sentido malo de la palabra. Con poca gracia y muy sectario. Habitual en TV3. Se han dado a conocer en TV3. Tiene que darle las gracias a la cadena. No sería quien es. Como PIlar Rahola y los del «puta España», unos pseudocómicos, muy rudimentarios.
Antes de continuar con los frikis. ¿Sigue habiendo costra en TV3?
Sí, sigue habiendo crosta. Mucha más... Cuando denuncié la costra nacionalista en el año 2007, TV3 era tendencialmente nacionalista, subliminalmente nacionalista, y se priorizaba el pensamiento nacionalista. En aquel momento me quedé corto, porque en estos últimos tiempos ha habido independentismo. En TV3 y en Catalunya Ràdio. Solo hay que recordar a Mònica Terribas y sus programas de radio. Hoy en día, los contenidos continúan siendo independentistas y hay una gran desproporción entre el pensamiento nacionalista y el del resto. Por no hablar del enfoque de las noticias. Y su selección.
Y luego están los que cada día desde sus tribunas de 'La Vanguardia', por ejemplo, animaban a Mas y Puigdemont a que fueran al choque, y ahora miran para otro lado.
Sí. Ninguna responsabilidad. Pero en un medio público, como son TV3 y Catalunya Ràdio, los periodistas no pueden editorializar. Otra cosa son los medios privados. Aquí se han ido reciclando. Por ejemplo, Francesc-Marc Álvaro. Avivando el 'procés', beligerantes, y ahora, defendiendo el pacto. Supongo que esperaban ser ministros del Estado catalán… Ahora, adecúan su mensaje a los nuevos tiempos. Según el viento.
Volvamos a los frikis del libro. Tres más. Beatriz Talegón.
Una chica de Madrid, de las juventudes socialistas, que Puigdemont quiere meterla en las listas por los servicios prestados. Entre la izquierda, la socialdemocracia, los podemitas hay mucha gente que se deja llevar por los cantos de sirena de lo que puede ser una ilusión colectiva. Es verdad que hubo un momento de auge del movimiento independentista en Cataluña con movilizaciones importantes y se dejaron llevar por la mística de la gente en las calles, sin darse cuenta de que, como decía aquel famoso asesor de un rey de Francia, estos mismos que te aclaman, te llevarán al patíbulo. Talegón llegó a decir, en TV3, claro, que en España la gente es idiota, a diferencia de Cataluña, porque aquí vemos el 'Telenotícies' (el informativo de TV3) y en España, Telecinco. No tiene ni idea. Pero hay que decírselo porque está caracterizando a los catalanes como algo superior.
Es el paradigma del espectáculo en televisión para que la sigan contratando. Se llevaba un buen pastón de TV3. Ahora está en 8TV y escribe en 'El Periódico'. Sabe que su estridencia genera visitas y audiencia. A veces, en las discusiones en las tertulias, se levanta y se va enfadada. En puro 'show' y sabe que su continuidad económica depende de esto.
Es el peor presidente que ha tenido la Generalitat de Cataluña. El peor. Con algunos puedes discrepar, pero con este, su actitud humana es muy poco presidencial. Se fue a cortar autopistas, dijo lo de «apretad» a los CDR e insinuaba que había que cortar el AVE en Gerona. Y sigue planteando un levantamiento.
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