El baile ante el Teatro Real para escenificar el sueño de Pablo, que imaginó que sus padres venderían el Gordo de la Lotería de Navidad

A. Cabeza

Barcelona

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22/12/2023
Actualizado a las 12:25h.

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En el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, todo vale para llamar a la suerte. Este 22 de diciembre son muchos los que se han preparado por todo lo alto para conseguir que el azar esté de su lado. Por este mismo motivo, muchos han acudido al popular evento, que se celebra en el Teatro Real, disfrazados en busca de la suerte.

Entre los personajes más vistosos han sido, por ejemplo, un padre e un hijo que han acudido a la cita disfrazados de cura y de monaguillo. Otros asistentes iban con gorros navideños u otros disfraces particulares, como un señor vestido de frankfurt y muchos otros con pelucas vistosas.

El espectáculo, sin embargo, no acaba dentro y es que en los exteriores del Teatro Real se ha visto mucho 'folklore'. Uno de los momentos más chocantes ha sido cuando un grupo de 25 bailarines, con una protagonista cabezuda, ha estado realizando una bonita coreografía, ensayada previamente y que en su trasfondo tenía una bonita historia.

Y es que no era una coreografía cualquiera. Como han explicado desde EP, se trataba de un baile que una administración de lotería de Reus (Tarragona) ha decidido traer hasta las puertas del Teatro Real para cumplir «el sueño» que tuvo Pablo, el hijo del dueño de la tienda. «Estamos escenificando su premio», ha explicado a los medios la mujer que llevaba el cabezudo, que era la coreógrafa.

Al 'show' han colaborado también dos zancudos y cuatro músicos en directo, algunos de ellos profesionales que han participado en musicales. Al parecer, el pequeño sonó que de llevar a cabo esa coreografía sus padres podrían repartir el Gordo de la Lotería de Navidad en el local familiar, que se llama 'La Pastoreta'. Se da la casualidad de que sus padres ya saben lo que es dar grandes premios y de aquí a que esta sea una de las administraciones más populares de la demarcación de Tarragona.

La administración tiene este nombre en honor a 'La Pastoreta', una pastora que en el siglo XVI consiguió gracias a su fe que la peste se marchara de Reus. Está emplazada en la plaza que precisamente es de La Pastoreta y ha repartido, entre otros premios, los del Niño. Por este mismo motivo, la administración tiene desde hace años este símbolo.