los martes, toros
Hotel Oriente
En sus señoriales salones se reunían toreros y aficionados los días de corrida, que en la Barcelona pretérita eran muchos. De allí salían plenos de ilusiones los diestros hacia la plaza, allí se celebraban éxitos y se rumiaban fracasos. Allí surgían enconadas tertulias…
Artículos de ángel González Abad en ABC
La habitación número 1 tenía un huésped especial. Durante años, el mítico diestro Manuel Rodríguez 'Manolete' recalaba en el centro de Barcelona, en plenas Ramblas, en el centenario hotel Oriente. Y fueron más de setenta ocasiones las que el torero de Córdoba acudió ... a su habitación emblemática. Más de setenta tardes toreó en la Monumental Manolete y siempre tenía su habitación dispuesta, con todos los detalles que le hacían más cómoda la espera y la tensión de las tardes de toros en uno de los hoteles que durante mucho tiempo fue el centro taurino de la Ciudad Condal.
En sus señoriales salones se reunían toreros y aficionados los días de corrida, que en la Barcelona pretérita eran muchos. De allí salían plenos de ilusiones los diestros hacia la plaza, allí se celebraban éxitos y se rumiaban fracasos. Allí surgían enconadas tertulias…
El Oriente ha vuelto a acoger a toreros y aficionados. La Unión de Taurinos y Aficionados de Cataluña (Utyac) ha tenido la iniciativa de recuperar uno de los lugares emblemáticos en la historia del toreo en Barcelona. Y la llamada a la afición se saldó el pasado sábado con un lleno hasta la bandera para recibir a un torero que tiene como razón de ser la entrega ante el toro y ante los aficionados. Paco Ureña fue recibido en el Oriente con una ovación de gala, y no defraudó, al contrario, en el mano a mano que entabló con un aficionados cabal, joven y batido en la lucha, como es Gerard Mas.
La verdad con que Ureña relató los momentos más felices y los más duros que ha vivido dentro y fuera de una plaza de toros hizo que el Oriente recuperara de pronto toda su historia en torno al toreo. Una mañana de toros, una inyección de ánimo para una resistencia que lejos de rendirse quiere sentirse, y se siente, viva.
Volvieron los toreros y los aficionados al Oriente, como volverán el próximo 11 de febrero con la presencia de Juan Ortega, que mantendrá un, sin duda, apasionante diálogo con Joan Adell. En el hotel Oriente, el que tenia siempre su habitación número 1 reservada para Manolete.
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