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Lucas Fraile. Un célebre fotógrafo de Zocodover

Desde 1890 Pedro Lucas Fraile regentó una elegante galería cuya razón comercial mantuvieron sus sucesores hasta 1964

Vistas del edificio donde estuvo el estudio de Lucas Fraile en Zocodover
Vistas del edificio donde estuvo el estudio de Lucas Fraile en Zocodover
Rafael del Cerro Malagón

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En los últimos lustros del siglo XIX la fotografía aún era un moderno invento que atraía a una minoría científica, selectos aficionados y avezados comerciantes a la vez que la expandían retratistas ambulantes con técnicas cada vez más obsoletas. En las ciudades y plazas importantes competían entre sí profesionales estables con flamantes locales cuyas vitrinas exhibían estudiadas poses para atraer clienteles. Era común anunciarse con cartelones en las fachadas o en los áticos donde tenían acristaladas galerías para emplear la luz natural cuando no se disponía de iluminación eléctrica.

En Toledo, un apreciado fotógrafo de la tierra, Casiano Alguacil Blázquez (1832-1914), abrió su negocio en la sexta década del ochocientos. Reprodujo el patrimonio artístico de la ciudad y el de otros muchos lugares con positivos que vendía por entregas, quedando menor huella de los retratos privados que realizó en su local. Ante el creciente auge del turismo plasmó rincones, pintorescos personajes, oficios y paisajes para vender las fotos a cualquier tourista como un singular souvenir. Otros fotógrafos llegados de fuera tocaron igualmente la temática artística y pintoresca, pero triunfaron con todo tipo de recuerdos familiares y con la clientela militar de la Academia tan visible en la vida diaria. Higinio Ros desde 1875, Enrique Blanco (hacia 1884), Manuel Compañy (1897) y Eugenio Rodríguez (1898) son parte de los profesionales que, pasajera o definitivamente, administraron acreditados estudios en el Toledo del cambio de siglo.

Pedro Lucas Fraile

Se instaló en Toledo hacia 1890, haciéndose cargo de la Fotografía Madrileña -abierta, quizá, en 1884, por Enrique Blanco en Zocodover, 9-, rótulo que campeaba en la cornisa y que después completó con los apellidos Lucas Fraile pintados en la galería acristalada de la azotea. Desde 1890, en la planta baja, estaba el Café Imperial al que dediqué un artículo (29-05-2022). Nuestro fotógrafo, de origen cántabro (Pesquera, 1865), pasaría por otros lugares donde aprendería la profesión. Se casó con Rufina Garijo Borque [(Torluenga (Soria), 1865 - Toledo, 1942] debiendo vivir el matrimonio un tiempo en Barcelona, pues allí nació Daniel, su único hijo, en 1886. Acaso residirían hasta concluir la Exposición Universal de 1888, viajando a Toledo dos años después.

El motivo pudo estar en el nexo familiar de la esposa con esta ciudad, pues aquí vivía, desde 1882, su hermano Antonio Garijo, empleado en un rentable molino harinero que dejaría para regentar, en 1900, en Zocodover, 10, una tienda de enjalmas (aparejos para las caballerías), cordelería y alpargatas. Creó una imprenta en 1910 y fundó El Eco Toledano. Fue concejal del grupo republicano, amigo de Besteiro, Hoyos, Gómez de Nicolás, Solás, Alguacil y Vera entre otros relevantes personajes que en alguna ocasión retrató Pedro Lucas. Varios de ellos fueron miembros de la Sociedad Arqueológica de Toledo, creada en 1899, cuya sede estuvo precisamente sobre el citado Café Imperial, bajo la vivienda y galería de Lucas Fraile.

No obstante, nuestro fotógrafo, en el último decenio del XIX, viajó a Barcelona pues, en 1892, participó en la Exposición Nacional de Industrias Artísticas recibiendo una medalla de tercera clase. Este y otros méritos los empleó en su propaganda, como fueron las sendas medallas de oro en las exposiciones de Viena (1894) y Barcelona (1895). En 1900 participó en la Exposición Universal de París. En el reverso de sus refinados paspartús, en cartulina de marfil, detallaba pertenecer a la Sociedad Científico Europea y otros cargos honoríficos, como ser fotógrafo de SS.MM. y AA.RR., caballero de la Orden de Isabel la Católica y «Fotógrafo de Cámara de su Emª. Cardenal de Toledo», acompañando el escudo heráldico del cardenal Payá (1886-1891). Esto indica que, en agosto de 1897, pudiese retratar agonizando al primado Antolín Monescillo.

En este contexto, Pedro Lucas Fraile presumió de crear artísticas fotos con los últimos avances del ramo. Acudió con su cámara a lugares y profusos actos, algunos protagonizados por ilustres personajes. Editó postales y colaboró en la prensa local y nacional. Tales éxitos explican que, en febrero de 1903, se despidiese de Toledo a través de la prensa para abrir un local en Madrid, en el número 2 de la calle de Sevilla, con sus «esmaltes, ampliaciones, pintura al óleo y acuarela». Dejó a su hermano Emiliano a cargo de la galería de Zocodover. Sin embargo, a finales de 1904 regresó a ella para guiarla hasta su muerte, en 1921. Contaba entonces con cincuenta y seis años.

Galerías con el apellido Fraile

Sabemos que Pedro tenía dos hermanos, Emiliano y Elisa, siendo el primero el temporal regente, antes citado, del negocio. Quizá la «aventura» madrileña fracasó y alentase mutuas diferencias, pues al anunciar Pedro su vuelta a Toledo (La Idea, 26-11-1904) advertía que «que su hermano D. Emiliano Aquilino Lucas Fraile no tiene intervención de ninguna clase en sus asuntos comerciales o artísticos». Este matiz lo prueban los avisos que Emiliano puso en las fotografías que realizó ya independizado en la cuesta de los Pascuales, 5: «Nueva Fotografía de Emiliano Lucas Fraile (…) no confundir esta casa con la de Zocodover». Hay noticias sobre un pasajero estado grave de salud en 1912, pues siguió como fotógrafo, al menos, hasta 1919, ya en la calle de Alfileritos. Emiliano debió compartir la fotografía con otras tareas, como fue representar un anuario aristocrático llamado Le Tout Madrid, según recoge El Castellano (31-10-1916). Sin embargo, la calidad y los modestos paspartús de cartulina, poco tienen que ver con los cuidados productos de su hermano.

El probado discípulo de Pedro fue su hijo Daniel Lucas Garijo que, a partir de 1913, atendería el negocio ante el regular estado de salud del progenitor. Su nombre figuró en los balcones de Zocodover tras la muerta paterna (1921) y allí continuó hasta 1943. No obstante, la publicidad y muchas fotos de esa época se firmaron también como «viuda de Lucas Fraile» o «Fraile Fotógrafo». En 1933, Daniel, aprovechando que el Banco Español de Crédito, instalado en la planta baja, arreglaba la sucursal, planeó alguna mejora en su estudio, incluso pidió al Ayuntamiento se le alquilase el local ubicado en el inicio de la cuesta del Alcázar, ya vacío, tras ser llevado el «parque de bomberos» a la calle Esteban Illán. En 1943, la citada entidad bancaria, ahora dueña de todo el edificio, motivó que la galería se mudase al número 32 de Zocodover, entre el Café Suizo y el Bar-Toledo. Daniel estuvo al frente del negocio hasta su muerte en 1959. Su viuda, Aurelia Palacios Salvadores, continuó la actividad con algún antiguo empleado hasta 1964. Ahí llegó el final de un estudio fotográfico, nacido en 1890, cuya dispersa huella dormita hoy en colecciones o en ajadas cajas familiares de hojalata o cartón.

SOBRE EL AUTOR
Rafael del Cerro Malagón

Maestro, profesor de Secundaria e inspector de Educación. Doctor en Historia del Arte. Investigador especializado en la fotohistoria e imagen de la ciudad Toledo

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