El responsable de Inteligencia Artificial de Telefónica: «Nadie sabe a dónde vamos a llegar»
Richard Benjamins reclama en Valladolid una regulación «para que el futuro sea el que nosotros queramos»
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«Nadie sabe a dónde vamos, pero tenemos que sentar las bases para que el futuro sea el que nosotros queramos». Con esta frase finalizó este jueves 14 el responsable del área de Inteligencia Artificial de Telefónica, Richard Benjamins, la conferencia que impartió con motivo de la apertura del curso económico, acto organizado por la Cámara de Comercio y Feria de Valladolid.
Benjamins explicó que la Inteligencia Artificial es una tecnología transformadora y en una oportunidad enorme de negocio para grandes empresas como Telefónica, donde ya se aplica la llamada la llamada Inteligencia Artificial Generativa, herramienta que sirve para optimizar el negocio, poner en marcha mejores campañas de márketing o desplegar nuevas redes. Además, también se utiliza en la programación de las máquinas que responden las dudas de los clientes y también para ofrecer servicios a las administraciones públicas. En este sentido, explicó que conociendo cómo se mueven las personas a través de sus móviles, la IA generativa es capaz de proponer planes para mejorar el tráfico o el transporte público.
Para el responsable de Telefónica son varios los retos que se deben afrontar a corto plazo, el primero es lograr que las pymes se sumen a la Inteligencia Artificial, a la vez que utilizar esta herramienta no solo para poner en marcha negocios muy rentables, sino también para mejorar el planeta. Así, Benjamins defendió el uso social de la Inteligencia Artificial y la colaboración que se mantuvo con la Comisión Europea durante la pandemia del Covid para alertar a los servicios de salud cuándo se producirán los picos de los repuntes, informa Ical.
A su vez, también se refirió a los impactos negativos de la Inteligencia Artificial, entre los que analizó la capacidad de incrementar el crecimiento económico con menos presencia humana, así como a la opacidad de los modelos.
Por este motivo, defendió la necesidad de poner en marcha mecanismo de regulación. Así, explicó que China ya cuenta con un marco normativo, que también se está preparando en la Unión Europea y Estados Unidos. Además, puso en valor las recomendaciones realizadas por la Unesco y reclamó autoregulación a las empresas para analizar los impactos negativos antes de poner en marcha aplicaciones. «Tener principios es importante, pero no es suficiente. Hay que desarrollar procesos para analizar y valorar los efectos secundarios», aseveró.
Benjamins también adelantó que la regulación de la UE se está tramitando en el Parlamento y está previsto que se concrete a finales de año, y que será una norma que regulara el uso en función en riesgo.
Por último, adelantó que después de la Inteligencia Artificial Generativa, podría llegar la inteligencia artificial general, «por lo que no podemos repetir los factores malos de la inteligencia humana».
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