El PP acusa al Gobierno de llevar a los ganaderos «a la extinción» con su protección «ideológica» del lobo
Quiñones alerta en Madrid del cierre de tres explotaciones diarias por culpa de un ejecutivo «kamikaze»
Récord de ataques de lobos: mataron más de 5.000 cabezas de ganado el año pasado en Castilla y León

El asunto del lobo y la protección de este carnívoro por parte del Gobierno central reunió ayer a numerosas voces del PP en una gran crítica emitida desde el Senado. La inclusión del cánidoen el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección (Lespre) -efectiva en septiembre de 2021- se hizo en base a «razones ideológicas radicales» y no a un decrecimiento del número de lobos, espetó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
«Hoy, los que están en riesgo de extinción son los ganaderos y no las manadas de lobos», coincidió el senador Pedro Rollán, que ejerció como anfitrión del encuentro. El también vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local de los populares ahondó en sus palabras al considerar que que «cada día son más» los profesionales dedicados a la producción de leche o carne que lo tienen «francamente difícil para poder seguir adelante con sus explotaciones».
Así, desde el PP incidieron en el «desequilibrio» que está causando la prohibición de cazar lobos al norte del Duero. En palabras el portavoz de Agricultura de su grupo parlamentario en la Cámara Alta, Jorge Martínez Antolín, «invade competencias» de las autonomías y «vulnera la estrategia de conservación y gestión del lobo». Y sobre todo, amenaza esa ganadería extensiva que destacó como «principal actividad económica en muchos pueblos», y que también atesora, reseñó, valores ecológicos o capacidad para prevenir incendios y fijar población.
«Engaño» europeo
En ese sentido, Suárez-Quiñones tildó al Ejecutivo central de «kamikaze» por abandonar a los ganaderos ante el «crecimiento incesante» del cánido en todo el norte del país y caminar, además, «en el sentido contrario a Europa». «El Ministerio utilizó una metodología y una serie de elementos erróneos en el cálculo de la población 2013-2018 que engañó a la Comisión Europea y le hizo creer que el lobo está en regresión», criticó. «Así consiguió que el comisario, que no la presidenta, viera con buenos ojos las medidas que toma, y que diese un cierto aval a la ministra Ribera», explicó para el foro nacional.
También la consejera de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez, expresó públicamente su descontento con los datos «erróneos» que el Ejecutivo llevó a Bruselas, recoge Ical. «No se ha contado con nosotros», afeó, para señalar la «inseguridad jurídica» reinante a cuenta de ello.
Tal y como desgranó su homólogo castellano y leonés, el «engaño» del Gobierno se habría producido a renglón seguido de una resolución europea «histórica» sobre la convivencia con grandes carnívoros y la petición de información el pasado noviembre, tras las que la Comisión ordenó «intervenir y flexibilizar» la normativa para «buscar el equilibrio entre la conservación del lobo y la ganadería extensiva».
Por ello, indicó Suárez-Quiñones, las comunidades loberas (Galicia, Asturias, Cantabria y la propia Castilla y León) volverán «pronto» a las instituciones europeas para «destapar la mentira» con «un informe exhaustivo realizado con las mejores técnicas disponibles y los avales científicos» para demostrar el crecimiento de la especie lobuna y los perjuicios causados por éste.
«Estamos en una situación límite para la ganadería extensiva», insistió el consejero, que cifró el cierre de explotaciones en hasta tres diarias y auguró que los daños del «voraz» animal podrían seguir extendiéndose más allá de las comunidades del norte. Según sus datos, en un año, los ataques del lobo han crecido un 20%, y en un 30% en provincias como Burgos, Palencia o Soria. «Desde la Junta se ha anunciado que se duplicarán las ayudas, pero el ganadero quiere a su ganado», apostilló.
Así, los populares reunidos en Madrid (entre ellos, la consejera del ramo de esta comunidad) escucharon a los procedentes de las regiones más afectadas y refrendaron su respaldo. «Si no permitimos que la ganadería subsista, se producirá un abandono total del territorio», concluyó Rollán, que pidió a la coalición gubernamental PSOE-Podemos que las decisiones queden «al margen de la ideología y el sectarismo».
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