Punto de vista
A un año vista
El hándicap de Carlos Martínez es sortear las sistemáticas políticas de cesión de Sánchez a Cataluña, consagrando una España de desigualdades
Sin tregua

Si se estira el calendario, cosa que está por ver, estamos a un año vista de las elecciones autonómicas y el ambiente en la Comunidad no puede ser ya más electoral. Todos los partidos ajustan sus organizaciones para unos comicios que, no nos engañemos, son ... inciertos en el calendario y estarán muy pendientes de la agitada vida nacional.
Solo hay que echar un vistazo a los movimientos de los principales partidos en la última semana para ver que todo se orienta a una cita ante las urnas donde el PP aspira a revalidar mandato con mayor comodidad a la vivida en la presente legislatura; el PSOE, a dar el sorpaso y con el cambio de caras y de estrategias poder llegar a gobernar, y Vox, tratando de condicionarlo todo y poner cada vez en más aprietos al PP para repetir gobierno. Podemos está en un momento muy difícil y Sumar aquí no existe, por lo que tan solo habrá que ver las expectativas de los grupos localistas y cómo evoluciona el pulso leonesista de una parte del PSOE leonés, que disputa y a la vez pretende sumar en la provincia los votos a la UPL.
Carlos Martínez, el flamante nuevo secretario regional socialista, se mueve contra reloj para dar su sello al partido en la Comunidad y para darse a conocer, ya que si en Soria es claramente reconocido, a nivel regional no lo es tanto. Calificó de «Pimpinela» las diferencias que se están viviendo entre PP y Vox, lo cual no deja de ser un ejercicio bastante pobre, porque solo hay que seguir las líneas de PP y Vox en las Cortes en este momento, para ver que no solo no son aliados, sino dos evidentes adversarios.
No son pocas las ocasiones en las que Vox es más duro con el Gobierno que el propio PSOE, en un ejercicio de confusión de quien es su adversario. O no. El PSOE lo aprovechará y cada vez tratará de poner más de manifiesto esas diferencias, porque la división del voto le interesa.
Pero el hándicap del soriano es sortear las sistemáticas políticas de cesión de Sánchez a Cataluña, consagrando una España de desigualdades donde comunidades como la nuestra salen claramente perjudicadas. La pedagogía a la que debe emplearse debe ser intensa y certera y no con criticas tan superficiales, porque su mayor adversario lo tiene dentro del partido.
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