Hovik Keuchkerian: «'Un amor' habla del proceso de deshumanización en el que está inmerso el mundo»
El actor coincide con sus compañeros nominados en las categorías de Mejor Actor y Actriz Alberto Amman y María Vázquez en que «es imposible hacer un personaje sin identificarte en algún punto con él»
Valladolid disfrutará de «la antesala más ambiciosa» de los Premios Goya
«Es imposible hacer un personaje sin identificarte en algún punto con él porque lo haces desde tu persona». Es una de las ideas en las que han coincidido los actores Hovik Keuchkerian y Alberto Ammann, y la también actriz María Vázquez, citados este lunes en Valladolid en el primero de los encuentros con nominados a los Premios Goya que organiza la Academia del Cine Español con motivo de la celebración de la gala el próximo 10 de febrero en la ciudad del Pisuerga. Durante más de una hora han podido conversar, en un relajado encuentro con el público, sobre las interpretaciones que les han metido en la carrera a la codiciada estatuilla, que supone la segunda nominación para los tres, aunque Ammann cuenta ya con uno de los preciados cabezones gracias a su actuación en 'Celda 211', donde fue premiado como Actor Revelación.
Aún así, haber estado nominados les sirve a los tres para «tomarse las cosas con más calma». «Ahora lo disfruto más», sostiene al respecto el mencionado actor de origen argentino, nominado ahora, catorce años después de obtener el primer galardón de la Academia, por 'Upon Entry', una «pequeña película», que el intérprete ha calificado de «redonda». Ha recordado que cuenta con 32 nominaciones y 17 premios ganados, entre los que se encuentra los Independent Spirit Awards, los considerados como Oscar del cine independiente, donde compite como candidata a Mejor debut, Mejor guion y Mejor montaje.
«La primera vez que estuve nominada fue en 2007. Ahora lo disfruto más porque relativizo más», ha admitido también la actriz María Vázquez, a quien le hace especialmente «ilusión» esta nominación por tratarse 'Matria' de «una peli pequeña y en gallego». «Llegar hasta aquí ya me parece un triunfo«.
Para Hovik Heuchkerian, que ya ganó la Concha de Plata por su interpretación del 'alemán' en 'Un amor', el film por el que también compite Isabel Coixet a la Mejor Dirección, «en esta profesión, como en cualquier otra, el reconocimiento por parte del público depende de muchas cosas que se te escapan». Aún así, ha reconocido, que en este film contó «un gran equipo, un gran guion» y una directora con la que «no sabes por qué, pero te hace sentir mejor actor».
Ha recordado que cuando la catalana contactó con él aún no tenía el guion escrito. «Comenzamos desde el principio del todo. Leyendo la novela pensaba en lo complicado que podía ser. De cien veces que intentes adaptar una obra como 'Un amor', 94 de ellas puedes hacer un ladrillo que no hay quien se lo fume». No ocurrió así con Coixet en un film que, para el actor, «roza el thriller».
Ha recordado que al leer «dos y hasta tres veces» la novela original de Sara Mesa pensó que «había mucho que construir» y «nada me pone más cachondo que tener tierra que explorar». El actor de 'La casa de papel' ha admitido que el rodaje añadía para él la dificultad de que «tener sexo en un set era algo nuevo para mí». Aún así, más allá de ello, para él 'Un amor' «es una película que habla del proceso de deshumanización en el que está inmerso el mundo».
Sobre cómo fue su trabajo con Álvaro Gago, el director de 'Matria', también ha hablado María Vázquez: «Tiene mucho talento y las ideas muy claras. Desde el principio entendió que lo más importante para la película era tener tiempo y yo tuve mucho para construir a mi personaje». Así, poco a poco y tras un «proceso muy gozoso» dio vida a Ramona, una empleada de una empresa conservera gallega que lucha por salir adelante con un trabajo precario y una pareja despreciable. «Para mí esta película ha sido un regalo en todos los sentidos y una experiencia. Más allá de los premios me la llevo para siempre en el corazón. Me deja el listón muy alto. Quiero trabajar siempre así».
Ha recordado que para construir su papel trabajó mano a mano con la mujer en la que está basado, aunque su interpretación fue «cogiendo vuelo» y «no trataba de imitarla, pero me dio muchas claves para el personaje». Para la intérprete, la historia de Ramona es la de tantas otras «mujeres obreras, trabajadoras, que luchan para visibilizar sus vidas». «Me apetecía desmontar el matriarcado gallego y ponerle voz a las mujeres del mundo rural, que todavía sufren muchos tipos de abusos y no son conscientes», ha añadido la intérprete gallega, subrayando que al hacer la película le llegaban recuerdos «muy fuertes» de su madre y de su abuela. No obstante, ha considerado que «a veces los personajes femeninos se tienden a idealizar» y Ramona, como el resto, «no es una mujer perfecta. Comete muchos errores y eso se tenía que reflejar». Entre risas de los presentes, ha confesado que con este papel «cogí el gustillo de cagarme en todo. ¡Qué maravilla ser políticamente incorrecta! Recomiendo a todo el mundo enramonizarse sin pudor».
Entre risas ha comenzado el turno del público, que se ha interesado por cómo construyeron cada uno sus personajes. «Me encantaría pensar que interpretar es un canal, pero creo que inevitablemente al actuar intervienen muchas cosas de la vida de uno y de sus vivencias», ha concluido María Vázquez.
El de este lunes ha sido el primero de los sucesivos encuentros que mantendrán en Valladolid los nominados hasta la víspera de la gala, donde se espera que también participen, en un formato similar los postulados a la Mejor Dirección Juan Antonio Bayona, Elena Martín y David Trueba.
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