Fermín Herrero reúne su obra más «íntima» en una antología que inaugura la colección Prúa de la editorial Difácil
La recopilación del poeta soriano y el nuevo poemario del asturiano Pedro Luis Menéndez estrenan este sello cuyo objetivo es dar difusión a «autores norteños»
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'Prúa', que en asturiano significa 'lluvia fina', esa especie de 'calabobos' de la costa cantábrica, es la palabra escogida por la editorial Difácil para dar nombre a una nueva colección con la que quiere difundir la creación de la zona norte de España. El sello, que publicará una media de cuatro libros al año, se acaba de estrenar con sus dos primeros libros, una antología del poeta soriano Fermín Herrero ('Poesías familiares y domésticas') y el poemario nuevo del autor gijonés Pedro Luis Menéndez ('Pasajeros de andén'). Ambos escritores estarán este jueves a las 19.30 horas en la Sala Principal del Círculo de Recreo de Valladolid para participar en un recital conjunto y presentar sendas obras.
Fue el consejo editorial de Prúa, formado por escritores asturianos junto al editor vallisoletano César Sanz, el que contactó con el Premio Castilla y León de las Letras para proponerle, con motivo del 30 aniversario de su primer libro ('Anagnórisis'), la recopilación de su obra en una antología que luego el soriano ha optado por que fuese temática y con un orden tanto espacial como cronológico. Así, 'Poesías familiares y domésticas' reúne en dos partes ('En casa de los padres' y 'En casa propia') los poemas que considera más íntimos y que, en opinión de Julio Llamazares, se trata de «los más emocionantes y universales de toda su producción» -tal y como recoge en las palabras que le dedica al principio del libro-.
Su pueblo, Ausejo de la Sierra, el cercano puerto de Oncala, la casa en la que dio sus primeros pasos o los juegos que compartía con sus hijos durante los primeros años de vida de estos son algunos de los temas que aborda en esta recopilación. Admite que escribir este tipo de poemas «supone en cierto modo vulnerar un poco la intimidad», la suya y la de los demás, «que es la que más cuesta», pero también recuerda que «como decía Fernando Pessoa, el poeta es un fingidor, lo que no quiere decir que sea falso o mentiroso, sino que el poema en realidad es una simulación».
Los versos, algunos de hace más de tres décadas y otros más recientes, aparecen tal y como los escribió en su día. No los 'retoca'. Nunca lo ha hecho porque entiende que «cada poema es una tentativa fallida de llegar a un lado en la poesía y es mejor no tocarlo». «No creo que en la poesía se avance escribiendo», sostiene, aunque considera que son composiciones que no haría ahora «de ninguna manera» porque «corresponden a otra manera de ver la poesía». De hecho, recuerda que salvo uno de los poemas, ninguno aparece en sus primeros libros, «más cosmopolitas y con una poética mucho más compleja».
Confiesa también el autor soriano que, «en el fondo», reunió estos versos pensando en su madre, «ya un poco mayor»: «En general, ella no entiende lo que escribo, aunque estos son poemas sencillos, pero le sorprende realmente lo que hago y que esté todo el día con un libro en la mano». De hecho, Fermín anota al final de la obra, «medio en broma medio en veras», que considera que estas poesías «por lo general hogareñas, de andar por casa, sin ínfulas ni pretensiones sublimes» le han venido inconscientemente como «parca compensación» o «expiación» del «trastorno» ocasionado a los suyos por «consagrar la vida entera a la literatura».
Se siente halagado porque pensaran en él para iniciar esta colección de escritores 'periféricos' o «norteños». Preguntado por si la obra de estos suele tener alguna característica común, él sí que lo cree, y cita a modo de ejemplo la producción de Gonzalo de Berceo, Juan Arcipreste de Hita, Jorge Manrique o Claudio Rodríguez, con unos textos en los que predomina la «mesura» frente a los más «barrocos» del sur. No obstante, aclara que «es una categorización que no tiene que ver con el origen», ya que otros autores como los sevillanos Antonio Machado y Luis Cernuda también son «poetas del norte en cuanto a la contención y cierta austeridad en sus formas».
Pedimos a Fermín Herrero que ejerza de crítico (labor que hace habitualmente para el suplemento Artes&Letras de la edición regional de ABC) para hablarnos de 'Pasajeros de andén', la obra de Pedro Luis Menéndez que junto a la suya abre la colección Prúa: «Es una poesía que tiene un ambiente puramente asturiano y luego tiene un fondo temático en cierto modo solitario que me recuerda mucho a cierta obra norteamericana y, sobre todo, a los cuadros de Hopper, con sus escenas urbanas de soledad... Luego tiene otros poemas que atienden a la memoria colectiva pero también con cierta nostalgia».
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