Los deberes de Puente con Castilla y León
El soterramiento de Valladolid será uno de los primeros reclamos que llegará a su mesa, en la que se acumulan infraestructuras con retrasos históricos
Óscar Puente, un fiel escudero de Sánchez en el Ministerio de Transportes para el traspaso de Rodalies a Cataluña

El soterramiento ferroviario de Valladolid marcó en buena medida la campaña electoral de las pasadas municipales a orillas del Pisuerga con una guerra de reproches entre partidos por este asunto y con la derecha responsabilizando al nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, de haber dado por perdido el proyecto desde la Alcaldía. El socialista siempre defendió que no renunciaba a ello y que la negativa de Adif a asumir financiación dejaba la alternativa sin «recursos». Con el PP y Vox ahora al frente del Ayuntamiento, con este proyecto como caballo de batalla, reabrir el debate sobre enterrar las vías será uno de los primeros requerimientos que llegue a su mesa y a sus cuentas.
No es el único que tendrá el socialista vallisoletano desde su comunidad autónoma. La Junta de Castilla y León ya se lo ha advertido nada más ser nombrado. «Hay muchas infraestructuras pendientes», señalaba este lunes el portavoz del Ejecutivo, Carlos Fernández Carriedo. La lista es larga y se mantiene en grandes rasgos desde hace décadas.
Ya con el AVE en las capitales en las que estaba prevista su llegada y la Variante de Pajares a punto de abrir, la continuación hacia País Vasco de la Alta Velocidad y los soterramientos de varias ciudades, además de en Valladolid -donde la futura variante de mercancías dará sus dosis de alegrías para Puente- reclaman en Palencia o León, centran parte de esos «debes» que a partir de ahora se le reclamaran al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible.
En materia ferroviaria se examinará también con lupa la aportación del Gobierno al Corredor Atlántico, que históricamente se ha denunciado desde Castilla y León un perjuicio en favor del Mediterráneo, y desde el oeste de la Comunidad le urgen antes de aterrizar a la reapertura de la Ruta de la Plata.
Es en carreteras donde se encuentra el grueso de las reivindicaciones: La cuasiutópica León-Valladolid -con noventa kilómetros aún sin proyecto- y la eterna Autovía del Duero en varias provincias o la continuidad la autovía A-73 entre Burgos y Aguilar de Campoo, son las principales vías pendientes de avances.
Y en lo que respecta a obras, aunque no sean de su competencia, en su ciudad Valladolid, queda pendiente la Ciudad de la Justicia, con un compromiso adquirido desde el Gobierno y del que él fue uno de los abanderados. Ahora toca avanzar desde el Consejo de Ministros.
También de Valladolid llega al Gobierno con bagaje respecto a la segunda pata de su Ministerio, el de Movilidad Sostenible. Fiel defensor de modelos de desplazamiento más eficientes, impulsó desde la Alcaldía una reorganización del tráfico rodado, el diseño de zona libres de emisiones o sistemas de préstamo de bicicletas y de impulso del autobús urbano. Parte de ellas, desde el gobierno que le dio el relevo ya han procedido en parte a su retirada.
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