VÍA PULCHRITUDINIS
Gracias, Donald
Vieron la oportunidad de gobernar el mundo con recetas de barra de bar de esas que parecen geniales cuando llevas dos vinos o tienes la testosterona cargada

Es contradictorio dar las gracias a Donald a la luz de los números rojos de mi plan de pensiones pero, visto con perspectiva, creo que merece la pena. Es contradictorio también tutearle pero a la vista del espectáculo montado para anunciar su política de aranceles ... creo que no sólo es lo que corresponde sino lo obligado.
El inquilino de la Casa Blanca se presentaba el miércoles rodeado de obreros de la industria del automóvil con chalecos reflectantes para cumplir su palabra, aquella que prometió durante su campaña electoral y por la que fue votado de forma masiva en las elecciones norteamericanas. Ese es el primer motivo por el que dar las gracias al magnate estadounidense, que ahora puede cumplir sus sueños gracias al voto de trabajadores de la metalurgia y agricultores del 'midwest' americano. 'Make America Great Again'.
Unos trabajadores hartos de la globalización que ahora ven hundirse su plan de pensiones de forma, al menos, tan brusca como el mío. Unos trabajadores cansados de los políticos profesionales que vieron en Donald la oportunidad de gobernar el mundo con recetas de barra de bar de esas que parecen geniales cuando llevas dos vinos o tienes la testosterona cargada y que son perfectas siempre y cuando nadie las lleve a la práctica. Unas recetas que antes se quedaban ahí, en los blancos del medio día, pero que ahora alcanzan el nivel de panacea porque un iluminado las vocifera en una red social.
Gracias, Donald, por seguir apareciendo con un traje y un abrigo de miles de dólares mientras tus fans te aplauden y su plan de pensiones se desmorona. Gracias, Donald, por dejar ver que cumples tus promesas y que no eran sólo un 'calentón' electoral. Gracias por dejar ver al mundo que el populismo puede convertirse en realidad y que tiene consecuencias. Aquí, en Castilla, tenemos una balanza comercial tan positiva que según esos mismos criterios debería darnos hasta vergüenza. En Valladolid, Soria o Burgos deberíamos cerrar 'ipso facto' la FASA y todas nuestras bodegas desde la Ribera hasta el Bierzo. Según Donald y sus acólitos eso es lo justo. Nos moriremos de hambre, dicen, pero, por fin, ha llegado uno con lo que hay que tener. Un mundo con el coeficiente gónada como denominador común y que gracias a Donald ha salido de los bares y se ha comprobado que puede hacerse realidad.
Gracias, Donald, por dejar ver a los que te votarían en Europa y en España que esas cosas que se dicen en los bares contra Sánchez y Feijóo pueden convertirse en realidad y acabar con mi plan de pensiones, con las granjas de cerdos, con el vino o con los coches del rombo mientras te aplaudimos vestidos de obreros y tú sigues con el pelo teñido diciéndonos lo machotes que somos.
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