noción personal
A propósito de la Semana Santa
El ataque a las raíces de la cultura europea es algo sistemático y que no debemos tomar a broma
Y tú más
Portugal marca la pauta

No. No nos entienden. O quizás sí, pero buscan alguna excusa para hacer como si no nos comprendieran, como si los equivocados fuéramos nosotros y tratarnos como si conformáramos la inmensa minoría de la población. Unos argumentan que la Biblia deja claro que no adoraréis ... imágenes, ni símbolos que falsamente representan a Dios. «Estáis pecando, vosotros que vais de cristianos devotos», espetan. Y se arman de sus supuestas razones para intentar burlar lo que acontece en casi todos los pueblos y ciudades de nuestra Comunidad y en España entera durante estos días de Pasión.
Otros. Esto ya es de traca. Publican comunicados desde sus organizaciones políticas de la órbita de la ultraizquierda, comunismo y diversas ramificaciones varias, un apasionado y tontuno perdón a todo aquél musulmán que ven «invadir suelo público con manifestaciones religiosas de otra fe distinta a la suya». Sí, sí, como lo leen. He tenido que mirarlo varias veces para cerciorarme de que destacados líderes de Podemos, o lo que queda de él, Sumar y demás, se flagelan metafóricamente por disculparse con fieles de otras ramas religiosas no cristianas.
El ataque a las raíces de la cultura europea es algo sistemático y que no debemos tomar a broma. Poco a poco, este buenismo de libertad que nos ha entrado aprovechando las grietas del régimen de democracias liberales de nuestro continente, van ensanchando poder, espacio y amenazando a nuestra propia idiosincrasia como civilización. Ciego es aquel que no ve una invasión encubierta de nuestros países, una amenaza por insostenible económicamente del denominado Estado del Bienestar que hemos creado con trabajo e impuestos en generaciones. Por un lado, los regionalismos disfrazados de nacionalismos radicales y por otro, el atentado paulatino a nuestras lenguas y costumbres se están cobrando sus primeros frutos. Desde dentro, agentes políticos barrenan los pilares de nuestra sociedad. Ser español equivale a ser facha. Participar y concelebrar la Semana Santa es ofender a otros y contradecirnos.
España en general, Castilla y León en particular como corazón de nuestra nación, fueron garantes de la cristiandad durante siglos ante otras amenazas. Y eso, amigos míos, provoca que soportemos el ataque y las críticas de nuestros enemigos, empezando por los intelectuales de barra de bar y centenares de subvencionados culturales protegidos por un sistema débil y cobarde.
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