Óscar, el jefe de la Guardia Civil en Ocaña: «Jamás he traficado con droga, ni blanqueado dinero ni revelado secretos»
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A través de su abogada, niega a ABC que tenga relación con el club de alterne origen de la presunta trama. Afirma que no han encontrado droga en su domicilio: «Llevo una vida muy sencilla y vivo de mi trabajo»
El jefe del puesto de la Guardia Civil en Ocaña, detenido por la UCO en una operación antidroga

«Jamás he traficado con droga, tampoco he blanqueado dinero en modo alguno. En mi domicilio no han encontrado ni van a encontrar nada que me relacione con algún tipo de actividad de blanqueo, y tampoco he revelado secretos». Óscar C. L., el subteniente de la Guardia Civil detenido en Ocaña (Toledo) el 14 de marzo, niega las tres acusaciones por las que está imputado de manera provisional por el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid.
En declaraciones a ABC, Óscar se declara inocente a través de su abogada, Paloma García Sánchez. Fue arrestado, en una operación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, junto con cinco personas más, entre ellas su pareja sentimental.
Óscar dice que no han encontrado droga en su domicilio y afirma que lleva una «vida muy sencilla y vivo de mi trabajo». «Tan sencilla es que tengo un coche del año 2007 y no tengo lujos; una vida totalmente normal», asegura por medio de su letrada.
Sobre su pareja, declara que «regenta un local de copas y que no tengo nada que ver con el local investigado», el club de alterne Karma, en el polígono industrial de Ontígola, a diez kilómetros de Ocaña. Añade que es un establecimiento que «lo regenta la familia» de su novia.
La abogada cuenta que Óscar tiene una «trayectoria profesional intachable» de más de 30 años en la Guardia Civil, varios de ellos en Asuntos Internos y alrededor de siete como jefe del puesto de Ocaña, un cargo del que ha sido cesado a raíz de la operación. «Me he dedicado en cuerpo y alma a mi trabajo, y en ayudar a la ciudadanía siempre en lo que he podido», reproduce Paloma García las palabras de su cliente.
Como ejemplo, Óscar relata que al día siguiente del arresto iban a operarlo de un brazo. Auxilió a un camionero que había sufrido un accidente de tráfico y se hizo daño al tener que sacarlo de la cabina. «Debido a la detención, ha debido retrasar la intervención quirúrgica», asevera su letrada, quien insiste en que su cliente «es una persona muy volcada en ayudar a los demás, a todo el mundo».
El subteniente considera que está sufriendo «un escarnio público», que «se está vulnerando el principio de presunción de inocencia» y que «está habiendo un principio de culpabilidad».
Afirma que este asunto le está produciendo un «daño irreparable a nivel personal y profesional», y califica de «juicio paralelo» la situación que está viviendo. La abogada agrega que «vamos a demostrar que todo lo que se está diciendo en contra suya no es verdad; que no tiene nada que ver con este asunto». «Nunca, jamás, ha tenido ningún problema con la Justicia», subraya Paloma García.
Óscar y su novia están en libertad provisional, con las medidas cautelares de presentarse en un juzgado o sede policial cada quince días, además de que se les prohíbe salir de España y se les ha retirado el pasaporte. Son unas medidas similares a las adoptadas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ocaña en el caso de los otros cuatro detenidos en esta operación, en la que hubo la entrada y el registro del club de alterne y de una nave aledaña. El juez dejó en libertad provisional a estos cuatro, a los que les imputa un delito de blanqueo de capitales.
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