El juez Calatayud, sobre la agresión al menor en Santander: «Les condenaría a 200 horas de trabajos con personas con parálisis cerebral»
El popular magistrado ha ofrecido una conferencia en el I Congreso de Educación de Toledo que ha estado centrada en la aplicación de la actual Ley del Menor y sus consecuencias
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El juez de menores Emilio Calatayud se ha pronunciado este sábado en Toledo sobre la agresión de cuatro alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Leonardo Torres Quevedo de Santander a un compañero con parálisis cerebral, cuyas imágenes grabaron en vídeo y difundieron por las redes sociales. El popular magistrado de Granada, conocido por no morderse la lengua, ha lamentado estos hechos «que han visto media España» y ha dicho que «tienen que pagar también los padres y el centro escolar; ni protocolo, ni nada». Sobre los menores agresores, ha asegurado que los condenaría a «200 horas de trabajos con personas con parálisis cerebral».
Este ha sido solo uno de los muchos ejemplos que ha puesto sobre el incremento de la violencia en menores durante la charla que ha impartido este sábado en Toledo en el I Congreso de Educación Ciudad de Toledo, que está debatiendo sobre el uso de las pantallas y los móviles en el ámbito escolar y familiar, que se está desarrollando en el campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
En su charla, repleta de chascarrillos que han hecho reír al público y en la que en la que ha leído su ya famoso «catálogo para formar a un delincuente», ha insistido en que uno de los problemas de educación de nuestros días es que existe una pérdida de autoridad en la familia: «Hemos pasado del padre autoritario al padre colega; en España no hay término medio». «Un día le dije a mi padre que no quería lentejas, me dio un coscorrón y me las tomé . Ahora que parece que hay que dialogar y comprender y hacer que los hijos entiendan; le dices que se las tome, se lo intentas explicar y, al final no se toma las lentejas y le haces patatas con filetes». Por eso, ha dicho que le parece una barbaridad confundir «un cachete con un maltrato»: ¿Cómo le dices a un niño de tres años no meta un dedo en el enchufe? Si se lo dices con cariño puedes poner en riesgo tu propia vida y el niño está ya más que electrocutado», ha dicho.

Calatayud ha alertado, una vez más, sobre el peligro que suponen los teléfonos móviles en la vida de los niños porque son «una droga», un arma para cometer hechos delictivos y ha reiterado que es necesario prohibir su uso dentro de los colegios, al tiempo que ha lamentado que haya convertido en el «regalo estrella de las comuniones, Navidad y Reyes Magos». Y ha desvelado que han aumentado los casos de maltratos a progenitores, un delito que afecta también a la clase media y media alta y que ha situado en la falta de respeto y de autoridad y, además, ha advertido que este tipo de acciones están aumentado en niñas, que tradicionalmente eran menos violentas que los niños.
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