La impunidad de los narcos en Andalucía tras la caída del OCON abarata los alijos
En los cinco años de plan especial contra el narco se han incautado casi 1,4 millones de kilos de hachís. Hasta 2022, sólo OCON-Sur aprehendió 1,1 millones de kilos de esta droga en el litoral andaluz

Las costas de Andalucía son una puerta abierta de 1.000 kilómetros al narcotráfico, casi imposible de controlar con los actuales medios que tienen la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los Equipos de Antidroga de las comandancias libran una especie de guerra ... de guerrillas con escaramuzas entre alijos, que es imposible de controlar. En los últimos meses se ha visto como los narcos circulan frente al litoral a sus anchas. Lanchas han llegado a Sevilla por el Guadalquivir, los desembarcos se hacen con armas de guerra para evitar los 'vuelcos' y la sensación de impunidad vuelve a instalarse en las organizaciones, ayudadas por las fugas de capos, como 'El Pantoja' o por los destrozos en el coche de la jueza de Barbate. Y esa impunidad se ve en la ingente cuenta de resultados de las organizaciones, que han bajado los precios. Hay una súper producción de coca y hachís en origen, que se suma a la sensación de seguridad en el tráfico y de poder en los territorios.La consecuencia es mucha droga, a la vez que más barata.
El Ministerio de Interior anunció en febrero que extendía el Plan de Seguridad del Campo de Gibraltar a 2025, que abarca seis provincias andaluzas. En este tiempo se han detenido a más de 17.600 personas por delitos de narcotráfico y contrabando. Hasta 2024, cayeron casi 1,4 millones de hachís, casi 87.800 de cocaína y algo más de 104.000 de marihuana y tabaco. «Vamos a peor. La actividad se ha incrementado. Hay detenciones y aprehensiones, pero siempre están por debajo de lo que realmente entra. Es un grave problema. No es solo en el Estrecho, ya que se está derivando un poco el flujo y entra tanto por el litoral almeriense como la provincia de Huelva. Hasta suben por el Guadalquivir a Sevilla», explica Javier Torrecillas, portavoz de la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC).
Desde esta asociación se explica que se está incrementando el alijo con la introducción de cocaína en detrimento del hachís. «Es más lucrativa, pese a que está bajando el precio de la droga al por mayor», añade Torrecillas. «Ahora entra más cocaína. La novedad es que lo hace también en lanchas, no solo en contenedores en los puertos. Ya no estamos hablando de precios de 19.000 euros el kilo, sino menos. En el hachís se mantiene la demanda, pero baja el precio también», añade Mariló Valencia, portavoz del Sindicato Reformista de Policías en Málaga.
Las fuentes consultadas por ABC en la lucha contra el narcotráfico en Andalucía aseguran que el hachís se depreció hasta 1.200 euros el kilo. Posteriormente se recuperó y alcanzó los 1.700 euros. En Marruecos, ponerlo en la lancha está en unos 300 euros. Un fardo está a unos 6.000 euros, pero son cada vez más grandes, con más kilos dentro. Poner un kilo de hachís de Francia, Bélgica o Alemania, según estos datos está en 2.500 euros. Los precios son bajos. «Hay mucha producción y el riesgo de perderlo en muy bajo. Eso abarata el transporte», aseguran.
A 300 euros el kilo
La rentabilidad de un kilo de hachís, según estas cifras, no supera los 200 euros por kilo para los narcos de las lanchas. «Es una de las razones por las que se pasan a la cocaína», apuntan las fuentes. Si se revisan los precios de esta misma droga hace tres años, cuando la presión era asfixiante y OCON-Sur estaba operativa en el litoral, el precio del hachís a las costas de Andalucía era de unos 2.300 euros. Y eso se ve también en la cocaína. Las últimas operaciones arrojan precios en las escuchas de 16.000 euros el kilo, cuando llegó a estar a más de 20.000 euros el kilo.
«Principalmente en la cocaína se ha incrementado esa compra en kilos. España es la entrada al puerto europeo desde el sur, pues hay diversas formas de introducirla y hay una mayor salida de esta mercancía, que conlleva más actos violentos», apunta Mariló Valencia, que pide una equiparación real de sueldos en los equipos especiales, además de medios para poder combatir el narcotráfico.
«El crimen organizado necesita una respuesta adecuada en todos los términos, no solo más plantillas sino equipos especiales. Potenciar las unidades de investigación, como por ejemplo existía cuando estaba OCON-Sur. Dio unos resultados buenísimos porque se estructuró de una manera correcta. Los compañeros que están en seguridad ciudadana muchísimas veces se ven desamparados. Pocas patrullas con pocos medios, vehículos obsoletos en la mayoría de los casos y sin capacidad de responder al armamento que llevan los narcos», apostilla Javier Torrecillas.
Redes de blanqueo
Los datos dan la razón a las quejas de las asociaciones y los sindicatos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Solo hay que echar un vistazo a los datos con que cerró OCON en 2022 su cruzada contra el narcotráfico y comparar con los ofrecidos por el Ministerio de Interior este pasado febrero.
Según los datos a los que ha accedido ABC y, algunos ya publicados en algunas ocasión en estas páginas, OCON-Sur decomisó 1,1 millones de kilos de hachís en los casi cuatro años que estuvo operativo. Además de 40.000 kilos de cocaína, en un tiempo en el que esta droga entraba por puertos y era más competencia de Aduanas y de la Policía Nacional, que se llevaban el peso de las grandes de operaciones contra la coca. OCON-Sur estaba más centrado en las grandes redes de tráfico de hachís. A eso se suma las cantidades ingentes de marihuana y también las operaciones contra el tabaco.
Además se puso coto a las redes de blanqueo por la acción coordinada que permitía este dispositivo especial. Así fueron decomisados más de 60 millones de euros en efectivo, 230 millones en diferentes bienes, más lo requisado en cuentas y sociedades. Era una acción integral que quitó del mar más de 1.500 narcolanchas y que retiró 3.00 vehículos a las organizaciones. Eso hasta que se clausuró. De forma oficial se contó que era por el sobrecoste que tenía el operativo debido a las comisiones de servicios de los 150 agentes. La estimación está en unos 14 millones de euros.
El ritmo era endiablado, pero paró y los narcos volvieron a tomar con mas fuerzas las costas, debido al incremento de la cocaína, con sicarios armados en las embarcaciones. «Ya no es el típico kalashnikov, ahora llevan armas mas potentes y ligeras, porque les sobra el dinero», afirma Torrecillas.
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