Amar a Córdoba es cuidarla

Ver o leer noticias políticas de España se está convirtiendo en un ejercicio propio de masoquistas. No hay mala noticia que dure mucho, pues otra peor le quita el protagonismo. Y proceden de todo el arco político. ¡De todo! No se libra ningún partido. Es cierto que algunos las producen más repugnantes que otros, pero todos las generan. Procuro últimamente evitar todo aquello que pueda generarme asco o inquietud. Intento distanciarme cada día más de la 'rës püblica' o asuntos públicos, buscando buenas noticias que me originen el necesario equilibrio emocional. Confieso que cuesta encontrar algo positivo en la cosa pública. Incluso he pedido ayuda a personas de absoluta confianza a las que valoro. Como respuestas he recibido alguna que otra sonrisa socarrona. Pero insistiendo en ello he encontrado una noticia agradable que quiero compartir con mis lectores.

La prestigiosa revista Forbes ha destacado a Córdoba, junto a Granada y Sevilla, como una de las 15 ciudades imprescindibles para visitar en España y, eso leo, la mejor ciudad del mundo para vivir. Como comprenderán mis lectores no voy a discutirlo. Pero sí digo que eso nos obliga a ser mucho más autoexigentes en cuidarla con mimo y no permitir que nadie pueda dañar lo que la naturaleza y la historia nos ha legado. Para que eso se cumpla, nada es más necesario que un justo y puntual funcionamiento de la autoridad.

Leía recientemente que «amar es cuidar. Así de simple, así de profundo». Observando algunos comportamientos nuestros, a veces me pregunto, y deberíamos preguntárnoslo todos, si verdaderamente valoramos y amamos a Córdoba como Córdoba merece.